Marzo ha sido un mes extraño pero dentro de unos minutos habremos terminado con él, para recibir con los brazos abiertos el abril lluvioso de los abuelos ahora que nuestros ancianos dependen como nunca de esa solidaridad entre generaciones que nos hizo poderosos antaño y nos devolverá la fuerza cuando más falta nos haga a partir de que salga de nuestras vidas ese coco furioso que se mide en nanomilímetros.
Aquí, en el País Vasco, en toda Euskalherria, es común que el vínculo familiar trace con naturalidad puentes entre las bisabuelas y bisabuelos y los bisnietos y bisnietas. Cinco arcadas de un mismo linaje que igual han producido odio profundo que paz infinita. Los viejos transmiten y siembran y los jóvenes recogen, y si a cada generacion le damos 25 años de vigencia tenemos aquí más de un siglo de historia viva por familia... es mucho, lo sé.
Aquí, en el País Vasco, en toda Euskalherria, es común que el vínculo familiar trace con naturalidad puentes entre las bisabuelas y bisabuelos y los bisnietos y bisnietas. Cinco arcadas de un mismo linaje que igual han producido odio profundo que paz infinita. Los viejos transmiten y siembran y los jóvenes recogen, y si a cada generacion le damos 25 años de vigencia tenemos aquí más de un siglo de historia viva por familia... es mucho, lo sé.