1983 fue el año en que Nelson Piquet consiguió su segundo título Mundial, de nuevo con Brabham, y si hoy traigo a Nürbu el coche con el que el brasileño rubricó su gesta, aunque con Riccardo Patrese como protagonista en miniatura, es porque la librea del BT52 fue tal cual aparece en las dos primeras fotografías, para cambiar en el Gran Premio de Gran Bretaña invirtiendo las masas de color sobre el BT52b, como veremos en la última imagen.
Pero no adelantemos acontecimientos. El Brabham BT52 era un monoplaza made in Gordon Murray que supuso la segunda intentona para el británico a la hora de extraer todas las posibilidades que ofrecía el propulsor BMW Turbo KKK de 4 cilindros y 1.495 centímetros cúbicos de capacidad. La primera fue el precioso BT50 que mantenía la esencia del campeón BT49 de 1981, con sus voluminosos pontones que albergaban las alas invertidas.