He escrito tanto sobre Barrichello, Ratzenberger y Senna en aquel maldito fin de semana del 29 de abril al 1 de mayo en Imola, que bien me puedo permitir encabezar este texto con la imagen del astro brasileño, y hablar de David Coulthard y todos esos idiotas que lo disciernen en cualquier esquina y no reparan gastos en mostrar sus pocas luces impostando recuerdos con tal de ensalzar a Lewis Hamilton.
La última del escocés ha consistido en afirmar que la rivalidad entre Max Verstappen y el ínclito le recuerda a la de Senna y Prost, y sin sonrojarse lo ha dicho. Y el caso es que dos carreras no son varios años, algunos de ellos de convivencia plena en McLaren, de a hostias intramuros, un decir. Max se parece a cualquiera de los dos en lo que yo te diga, y Lewis, pues eso mismo, ya que es un tipo al que el Balestre de nuestra época le va arreglando las cosillas y los flecos de la alfombra roja que pisa.