Del primero al último integrante de una parrilla en La Sarthe, incluso los que lo intentaron y jamás lo han conseguido, son actores en busca de un papel protagonista, tipos que ya retrató Pirandello, Steve McQueens en potencia después de que el de Indiana nos brindara aquella pieza maestra que se tituló Le Mans.
Lo cierto es que el mundo del cine ha sabido buscarse muy bien las alubias en las 24 Horas y nos ha regalado visitas extraordinarias. A Michael Fassbender no le fue demasiado bien, pero sí a Jackie Chan como propietario de escudería y a Patrick Dempsey como owner y piloto. Ni hablar del gran McQueen, que supo convertir la prueba de 1970 en espectáculo telonero de su película; ni de Paul Newman, cuyo afán por desvelar el sueño de Joanne Woodward lo llevó a pisar podio francés en la edición de 1979 [Furia de Titanes, 1979 (#LeMans 47)]...