Poco nos ha durado la alegría de haber conocido que Kubica se convertía en piloto oficial de Williams para 2019. Apenas una semana después han surgido con fuerza las conspiraciones más cachondas, y mira que lo tengo dicho: si os ponéis a maquinar hacedlo bien, que no cuesta tanto...
Como el polaco tiene un brazo lastimado, ahora resulta que cualquiera puede conducir un F1 pero para estar realmente arriba, el de Cracovia difícilmente dará la talla. Y como Stroll y Sirotkin no estaban respaldados por hermosísimas cantidades de dólares, que lo han estado, lo de nuestro protagonista es una cuestión de talonario o publicitaria o qué más da.