Podemos seguir discutiendo hasta la extenuación si es chasis o es podenco, pero parece bastante inútil negar que en Hungaroring, el conjunto MCL32, llamémoslo así, ha permitido que los dos coches disputasen la Q3 durante la clasificación y que ambos hayan terminado el Gran Premio de Hungría, y en los puntos, además.
Parece mentira que en febrero pasado el verano sonase a funeral y andemos ahora recordando aquella entrada que escribí en abril [Cuidado con los «Saltos de Fe»] porque hay que recalcar, una vez más, que siguen quedando toneladas de trabajo por delante. La Fórmula 1 es así, de siempre, o sigues avanzando o retrocedes, no sé si me explico, y cada peldaño conseguido no es otra cosa que la antesala del siguiente.