Puestos a encontrar «razones» para el circuito de Silverstone, siempre me ha sorprendido la poca o nula importancia que se ha dado a los aviones que alojó desde 1943 a 1946, ya que fueron ellos los que definieron el trazado.
El Vickers Wellington fue diseñado en los primeros treinta y entró en servicio a finales del 38. En principio era un bombardero bimotor diurno de alcance y carga medios, que por exigencias de la Segunda Guerra Mundial tuvo que reconvertirse y evolucionar a marchas forzadas, convirtiéndose en el núcleo duro de la Royal Air Force mientras llegaban los modernos cuatrimotores Avro Lancaster en 1942.