El ser humano es un baúl lleno de contradicciones. En lo nuestro no teníamos por qué ser diferentes, de manera que podemos aceptar que en Mónaco los vehículos lleven más ala para producir más downforce y que en Monza lleven menos para obtener el resultado contrario, pero no calibrábamos hasta qué punto afinan en este asunto ingenieros a los que no puede seguir ni un galgo, nuestro amigo Adrian, el primero, por supuesto.
En la medida de mis humildes posibilidades he tratado de hacer ver que la carrocería de los modernos monoplazas funcionan también como alas complejas (un avión es un ala compleja), pero alas al fin, con idéntico comportamiento aerodinámico que un alerón delantero o posterior, incluso que pueden llegar a desaparecer.