Confieso que no las tenía todas conmigo cuando decidí sumergirme en la lectura de Faster (Impedimenta, Madrid 2019). Regalo de hace un par de Navidades o tres, lo había pospuesto por mil y una razones, pero, fundamentalmente, porque me da cierto repelús leer historias noveladas sobre aspectos del automovilismo deportivo que me merecen un mayor respeto del que algunos autores les dedican.
Confieso, también, que me llevé una gratísima sorpresa cuando por fin abrí el libro y me dejé llevar por su literatura y las cosas que narran sus páginas.