jueves, 30 de julio de 2009

Those daring young men in their jaunty jalopies


Max viene y dice que los costos están arruinando el negocio, cuando lo que lo arruina es la ausencia de posibilidades de victoria. Está claro que no tiene ni puta idea de la esencia del negocio (redundancia obligada) que lleva entre manos, y que no le importa un carajo. La cosa pasa porque creamos, y le creo (no sé vosotros), lo creo todo, lo juro, así soy de manzanillo, pero hay asuntillos que no pasan el corte…

Una empresa como BMW se implica en el negocio (redundancia que te cagas) porque aspira a conseguir victorias, no para mantener el cotarro, así, por la cara, gastando mucho o poquito, que quede claro. Vamos, que no sé a qué viene lo de Max, aunque lo intuyo.

martes, 28 de julio de 2009

The Crimson Permanent Assurance


Ando con día reventón, como siempre que tengo días reventones, no sé si me entendéis. Días en que miras a los lados y prefieres cerrar los ojos y pensar en la playa de Arrigunaga, en la soledad de un amanecer cualquiera, tranquilito, solitario o para dos, a poder ser al comienzo de la primavera, con el agua y la arena anegadas de luz dorada.

Sí, llevo encima un día algo reventón, de esos que te hacen maldecir por lo bajito porque no encuentras tablas a las que asirte ya que intuyes que hay quien teme llegar a casa porque puede haber mal rollo y no va a encontrar modo de buscar un ratito, o desepera ante la intuición de una mala carta apremiante, o de un alguien que sufre porque a su hijo, hoy, le ha certificado algún psicólogo que es un reloj desacompasado.

lunes, 27 de julio de 2009

Hay días que no… [Hungría]


Si anduviera con las alas más fuertes un colega al que aprecio, me diría: «el R29 puede ir como tú digas, pero Renault siempre va de culo en los momentos importantes», y tendría que darle la razón porque se me apagó la carrera cuando el ornitorrinco demostró que no sabe correr con sólo tres patas, gracias a que su equipo no supo hacer las cosas bien sobre el asfalto de Hungaroring.

¿De segunda, dices? Yo diría que portarse así o como Ferrari en sus peores momentos, es de un equipo de segunda B, pero qué le vamos a hacer, quien no se consuela es porque no quiere y ayer me dio la gana de consolarme con la brillante carrera de Lewis (pasará a la historia, de nuevo, por ganar la primera prueba para el KERS), con la flojera que atenaza a los Brawn, con el correoso y eficiente Webber, con Vettel sobreviviendo tras el ataque de Hamilton y Raikkonen, con Jaime mojándole la oreja a Buemi; sumando y restando puntos para ver si tenemos todavía opciones, rezando para los McLaren hicieran doblete, para que se metieran más Toyotas de los que caben, para que entrara Nakajima (Piquet no lo habría hecho ni sobre alfombra roja), para que la distancia que separa a nuestro compatriota de la cabeza de la tabla no se abriera como una llaga.

domingo, 26 de julio de 2009

Fantastic, Lewis!


Te cuento una anécdota, Lewis. En mi infancia y tierna juventud fui de pocas peleas de partirse los morros. Que yo recuerde sólo dos, una con Iñaki, vecino del número 2 de la calle de Santurce donde aprendí a curtirme; la otra con Iván, vecino de Iñaki y por tanto también mío… Pasados los años, coincidí con este último en el tren. Iván había sido boxeador profesional sin demasiada fortuna y me dijo en un momento del viaje que yo le había dado la mayor lección de su vida durante aquella pelea callejera que mantuvimos, al decirle: ¿por qué no lo dejamos? No lo recordaba, lo juro.

Mira, Lewis, ¿por qué no lo dejamos? En serio, tío, por qué no lo dejamos. Yo dejo de darte varilla y de llamarte hijo de tu padre y tú a cambio me deleitas como hoy. Vale, te hacía falta tener a Fernando delante para que comprendieras de una puñetera vez que podías hacerlo bien y sin artimañas, solo, como merece la pena hacerlo, encontrando ese hueco que te gusta tanto y desde donde resultan tan fáciles las cosas. No hace falta la pole para ganar, Lewis, hoy lo has visto por ti mismo. Has apretado el botón y el coche se te ha ido un poco pero a renglón seguido has batallado y mordido y te has puesto al rebufo de Fernando para acuchillarle…

sábado, 25 de julio de 2009

À la recherche du temps perdu


Asusta, no lo neguéis. Asusta saber que un sueño puede convertirse en realidad. Asusta creer.

La calificación de hoy ha sido de infarto. A poco de terminar la Q1, Fernando iba decimosexto y me enfrentaba a tener que decirle mañana a Lucio que otra vez será, que la culpa había sido de las gomas o de la carga de combustible, que el ornitorrinco va mejor de lo que parece, que nuestro colega sabe lo que se hace, que no se pierde, que es de los que aman, de los que luchan así se quemen en el infierno, de los que construyen… A punto de terminar la Q1, Fernando se ha desatado como quien sabe que no hay esquife que valga porque no hay retirada posible, y se ha colocado sexto, y yo he sonreído maliciosamente y esperanzado.

viernes, 24 de julio de 2009

G.P. de Hungría [Hungaroring]


El circuito húngaro está construido a unos 20 km al noreste de Budapest. La pista empieza en una ladera de un valle, se adentra en él bajando y luego gira en dirección contraria buscando el punto inicial. Adelantar es virtualmente imposible, ya que la pista es estrecha y dispone de muchas curvas lentas.

La F1 llega a un trazado que recibe el nombre de torniquete porque parece una continuada sucesión de curvas con una sola recta que merece tal nombre: la de tribunas. La estrechez de la pista y lo revirado del trazado, origina que haya pocas zonas limpias porque los vehículos acostumbran a salir del asfalto para mantener la trayectoria, con lo que son habituales y abundantes la gravilla o la tierra.

jueves, 23 de julio de 2009

Gotterdamerung


Soy el que hace las tortillas francesas en casa. La cosa empezó porque tuve la ocurrencia de demostrar lo limitado de mis conocimientos culinarios en un momento poco adecuado (cuidar de un hijo es lo que tiene). A partir de ahí… Vale, hago también unas salsas bastante creativas que son una delicia y cuyo secreto es un chorrito de whisky, y ando tras la receta de una paella al Jack Daniels que tengo entendido que es muy sabrosa, pero en general me sacan de los macarrones o pasta, de algún plato que otro de arroz, de mis míticas tortillas galas y de mis recurrentes ensaladas, y la jodimos, como diría aquel.

Viene todo esto a cuento porque la cocina me interesa desde hace relativamente poco tiempo y he aprendido mayorcito que el gran secreto está en los ingredientes que se utilizan, en controlar el grado de imaginación que se pone en la faena mientras se intenta no sobrepasar ese maldito puntito que rubrica la hazaña, pues es bien sabido que cuanto mejor es el filete o el solomillo, mejor quedará si lo cuidas mínimamente, y lo mismo pasa con la merluza o el bacalao o cualquier otro pescado, que a poco que los mimes dan un resultado increíble. Pero acertar con el puntito es la auténtica madre del cordero.

miércoles, 22 de julio de 2009

Half blood prince


Confieso que coincidí por casualidad con la banda sonora de la énesima secuela de Harry Potter y quedé enamorado de la pieza «When Ginny kissed Harry», que recomiendo a cualquier suicida falto de remango por la ternura infinita que destila. Básicamente es un punteo de guitarra a mi modo de ver extraordinario, acompañado al fondo por un trabajo de sinfonía muy comedido y hábilmente contenido…

Es lo que tiene enamorarse de alguien sin la fotografía delante, ser tal vez demasiado romántico, querer lanzarse al vacío por el hecho en sí. Total que le dije a Cata que me apetecía verla (la primera vez que lo decía en la serie, que conste, porque en las otras me he hecho el remolón), y nos fuimos ayer al cine, y me quedé embobado como un gilipuertas.

martes, 21 de julio de 2009

Nessy


Lo he comentado a cuenta de mis estimaciones ocasionales sobre la Ferrari presente, la misma que sigue dando palos de ciego buscando una salida del túnel, y por ello cabe meterlo aquí de nuevo: el tamaño, en F1, me preocupa.

Puede ser que sea porque soy chiquitito, porque mi mundo es pequeño, porque me gusta que lo sea para tenerlo al cabo de la mano si surge una incidencia, pero el caso es que veo con mucho recelo a los grandes porque son costosos de mantener y difíciles de levantar si se vienen abajo, y en nuestro deporte mis precauciones y cautelas se ven respaldadas cada vez que una de las escuderías señeras comienza a tropezar o a mostrar fatiga. Por suerte para Fernando, si es que al final acaba vistiéndose de rosso, la de Maranello inició su particular descenso a los infiernos cuando Michael Schumacher y Ross Brawn la abandonaron, y si me apuráis, algo antes, porque si no, dudo mucho que se hubieran ido. El caso es que entre unas cosas y otras ya lleva unos añitos en el pozo y eso me permite ser optimista ante la posibilidad de que llegue el asturiano, pues si lo hace, la cosa dudo mucho que vaya peor de lo que va; y no, lo de 2007 (títulos de marcas y pilotos) y 2008 (sólo marcas) no vale un pimiento porque se debió a que otro dinosaurio comenzaba a dar tumbos y perder el equilibrio.

lunes, 20 de julio de 2009

¿Vale la pena?


Ha muerto Henry Surtees a la edad de 18 años y de la forma más estúpida posible: golpeado por un neumático que debería haber quedado sujeto al monoplaza del que formaba parte a través de la sirga correspondiente.

Lo siento, escribo un poco con las entrañas y no encuentro el más mínimo sentido a luchar por ganar sobre el asfalto y que una pieza de 40 kilogramos de peso que debería estar anclada te rompa el cuello. No, te puedes matar adelantando, arriesgando, yendo más allá de tus propios límites, pero así no.

Decisiones difíciles


Hemos dejado atrás el ecuador de la temporada y la incertudumbre abierta tras los dos últimos grandes premios plantea un escenario que se me antoja electrizante. Si como sospecho, Jenson Button sigue perdiendo algo de fuelle mientras Barrichello, Vettel y Webber recortan distancias, el británico dispone de aire sólo durante dos carreras, y a partir de ahí deberá mostrar una fortaleza mental que sinceramente no le veo.

Bien, el planteamiento no trata de una partida a cuatro, como puede parecer, sino que hay que introducir más protagonistas, porque estos jugarán con la enorme ventaja de no tener nada que perder y sí mucho que ganar, y además serán líderes desmarcados porque a sus respectivos equipos les interesa salvar los muebles frente a los patrocinadores, socios y próxima temporada, aunque para ello tengan que degollar a sus pilotos más débiles. Es decir, mi Felipe, Fernando, Jarno y tal vez Nick, pueden disfrutar de una ventana de oportunidades que no tendrán a su disposición los espadas de Red Bull y Brawn GP por estar inmersos en una batalla con uñas y dientes en aras de clarificar sus respectivas posiciones, al menos hasta que toquemos Monza o Singapur, momento a partir del cual consentir tales luchas internas sería simplemente suicida. Por tanto, estamos ante un panorama venidero donde la labor de los equipos, la labor de equipo, va a cobrar una importancia inestimable porque al fin y a la postre será la que decante el éxito o fracaso de los resultados.

domingo, 19 de julio de 2009

Una de Reyes Magos


Por si no lo sabíais, soy un hombre de recursos, improvisativo que diría aquél (algún día tendré que dedicarle una entrada a este aquél al que tanto recurro), chulete y portugalujo, y lo digo porque habrá quien haya pensado que me iba a quedar sin lunas después de la metedura de pata meridiana que he perpetrado esta mañana. Bien, tengo lunas a cientos, a millares, pero prometo que ésta será la última entrada rara que escribiré en unos días, entre otras cosas porque a partir de mañana convendría empezar a soñar de nuevo y a encontrar soluciones y viabilidades en esta normalidad que tiene bastante poco de normal.

Sí, comprendo que acojone un poco esto de asimilar que Fernando tenga todavía tiempo como para hacer una remontada épica y alzarse con el tercero antes de irse a Ferrari o donde le plazca. Vale, incluso para un optimista como yo, la hazaña está muy cogida por los pelos, pero ¡qué diablos importa! La diferencia entre un optimista y uno que no lo es, no es la manera de enfrentarse al futuro, sino la sustancia del miedo a darse el mamporro inevitable. Ahí, ahí duele el asunto, porque un optimista no tiene temor a morder el polvo por sentirse vivo y alegre durante unos minutos si atisba un átomo de posibilidades; y uno que no lo es se palpa la ropa y se desgasta soñando igual pero sin decirlo… lo que a la postre deriva en que el trastazo viene a ser similar para ambos, aunque el primero se levanta del mismo con una sonrisa en la boca y el otro trata de mantener la compostura porque ya lo había visto o ya lo sabía.

sábado, 18 de julio de 2009

Jaime


Ando perdiendo la poca fe que me quedaba en el ser humano desde hace bastante tiempo, y sé que lo sabéis porque llevo un par de semanas en que están aflorando mis pinceladas más anarquistas en cada línea que escribo, cada una más atávica, más contestataria, más genuina. Me lo dice Cata: cada vez escribes más de ti mismo, no sé si te has dado cuenta. Claro que me he dado cuenta, pero qué demonios hago si Max se parece tanto a una docena de hijos de su madre que conozco y Bernie a otros tantos, si a los cobardes de la FOTA podría dibujarlos de memoria, si Fernando me recuerda tanto a uno con el que convivo…

Ahora leo sobre Jaime Alguersuari y me pregunto si estamos viendo lo mismo, si vivimos en el mismo mundo. Si Toro Rosso se había puesto el año pasado a la venta, si Gerard Berger mandó todo al carajo porque no lo veía claro, si este año la inercia parecía seguir siendo la misma, o parecido, por qué valorar las virtudes y aptitudes de nuestro compatriota nuevo en la F1 cuando todo huele a que lo que realmente interesa son sus patrocinadores, el dinero fresco que aporta; por qué valorar si es adecuada o precipitada su inmersión en este nuestro amado batiburrillo si la verdad es que no parece importar en absoluto.

viernes, 17 de julio de 2009

C'est la vie, Sebastien


Bajo el olimpo deportivo habita el más vulgar mercado de la carne, donde el mejor postor o la mejor oferta triunfan sobre la inteligencia y la sensibilidad por aplastante y grosera goleada.

Sebastien Bourdais es un ejemplo vivo y reciente, pero ha habido otros y los seguirá habiendo porque la F1 es sobre todo un enorme negocio que carece de sentimientos, en el que lo que realmente importa es lo que se aporta como valor añadido o lo que se puede demostrar en un juego a la ruleta rusa que acostumbra a estar amañado.

jueves, 16 de julio de 2009

Principito


«No nos extrañe pues que en breve surja la voz de Jean Todt llamando a la calma y que Bernie muestre públicamente que Max ya no es su tipo.» Así terminaba mi entrada dedicada a Bernie Ecclestone el 16 de mayo pasado, titulada para más señas: El poli bueno.

Hecha la anotación visionaria me gustaría reflexionar un poco sobre todo esto, porque hay voces divergentes al respecto de que este señor (Jean Todt) sea realmente válido para el puesto de presidente de la FIA, y más, si cabe, cuando el mismo Max Mosley le ha propuesto para el mismo.

miércoles, 15 de julio de 2009

The Weasley Stomp


Iba a titular esta entrada «Das perren verden» pero se me iba a notar demasiado que no tengo repajolera idea del idioma de Goethe.

Además, como es público y notorio dados los antecedentes por mí expuestos en este sacrosanto lugar, sabéis que leo y entiendo bastante bien el francés escrito por haber sido educado en colegio de raigambre gala, aunque como creo que también he mencionado, la utilización hablada de esa lengua me ha deparado vivir algunas situaciones sonrojantes, como la que aconteció en Saint Jean Pied de Port hace unos años, cuando en el interior de una pastelería se me ocurrió pedir un «cadeau de chocolat» en vez de un «gâteau de chocolat», que era lo propio. Por suerte, la dependienta tuvo conmiseración de mi inocente atrevimiento y sin decir palabra atendió mi petición, dispensándome un pastel de chocolate como si fuese un regalo (espero que entendáis el juego de palabras). Peor lo llevé en Saint Jean de Luz, durante el mismo viaje, cuando después de devanarme los sesos intentado explicarle en galo a un camarero que quería un café a secas, sin leche ni nada, el tipo me contestó en perfecto castellano: ¿café sólo, eso es lo que quiere?

martes, 14 de julio de 2009

El mundo


No voy a mencionar al pequeño Rayan más que al principio de esta entrada porque me apetece dedicarle un breve recuerdo y porque quiero evitar caer en trampas de cualquier tipo al tratar de evaluar un hecho circunstancial que me sobrepasa y me conmueve, pero que delata que el sistema en que creemos hace tiempo que nos ha dado la espalda, porque esa es la verdadera razón de tanto espanto y analizarla como realmente merece se me escapa por completo (no me faltan ganas), y porque creo que en el fondo no serviría de nada ya que en cuanto haya una noticia de mayor impacto, o más novedosa, o más interesante para los que nos narcotizan a diario mientras nos meten el miedo en el cuerpo, Rayan, su pequeña historia, su pequeño gran drama, será enviado a la papelera del olvido como tantos otros retazos de tragedias que nos rodean y de las que no sabemos nada en absoluto.

Por él, y también por mí, no me voy a molestar en negar lo evidente, hoy me apetece hablar del mundo bueno, de aquello a lo que no prestamos atención, de ese ser que fuimos y que ya no vemos en el espejo cuando nos miramos en él, capaz de adivinar formas y colores y dotado de una magia que con el tiempo nos hemos ido negando por embarcarnos en hacernos mayores, responsables, perfectos idiotas.

lunes, 13 de julio de 2009

Mucho mejor


Matemático, si hace tanto calor que decido ponerme pantalones cortos, comienza a llover. Estoy por irme con Fernando con mis calzones cortos en la maleta para ponérmelos cuando haga falta, que seguro que ante un imprevisto puedo servir de ayuda y nos evitamos malos tragos como los del sábado pasado, total, por cambiarme de pantalones que no quede. También puedo recurrir al palo de lluvia que me trajo Cata de París. Un par de vueltas agitándolo, y listo, ¡milagro meteorológico al canto!

Fuera de bromas, todavía estoy digiriendo la carrera de ayer. Mejor dicho, todavía estoy tratando de seguir disfrutando del buen sabor de boca que me dejó, de seguir paladeando el buen rollete que me produce saber que la MIR sigue danzando por ahí, buscando una trayectoria uniforme que la sitúe a la distancia correcta para que cuando la busque la encuentre, como si pudiese alcanzarla con la mano. Paco Rabanne (Francisco Rabanera) metió la pata hasta el zancarrón cuando profetizó que la estación espacial soviética caería sobre París firmando el fin del mundo. París, Cata, el palo de lluvia y la MIR… ya sabía yo que todo acabaría encajando.

domingo, 12 de julio de 2009

Australia [Alemania]


No, no voy en plan cachondo ni reivindicativo, pero es que hoy, el G.P. de Alemania ha tenido un claro sabor australiano, porque por un lado, Mark Webber ha ganado la primera prueba de su dilatada carrera profesional, y por otro, el ornitorrinco de Fernando se ha mostrado crecidito y capaz de tocarle los pelendengues a los Brawn.

La verdad es que me he divertido mucho. La salida y la primera vuelta han estado marcadas por el hijo de Anthony Hamilton y su hilarante comportamiento, pues ha apretado el botón del KERS para entrar inmediatamente en pérdida. El chaval es grandioso, le dan una oportunidad de hacer el ridículo y no la desperdicia así lo maten, y lo peor es que esta mañana, hablando con Lucio, el propietario del Novelty, le comentaba que el actual campeón del mundo era muy capaz de montarla saliendo desde una posición tan cercana a la cabeza… ¡Y mira tú por dónde va y lo clava, casi como en Fuji el año pasado! ¿Y los comentarios de Pedro tratando de salvar el culo que quien ocupa el asiento que le ha pertenecido siempre? Lo dejo, que ya tendré tiempo de meterme con el primogénito de Anthony para despacharme a gusto.

sábado, 11 de julio de 2009

Estoy bien...


Desde el martes pasado me encuentro como sumergido entre dos aguas. Por un lado, ando cansado de sentir que siempre hablo de lo mismo; y por otro, renovado porque he advertido algo que me había pasado desapercibido en esta mi faceta de narrador y fabulador. 

Sí, en líneas generales puedo afirmar que estoy bien. De hecho, a las 21:58 de hoy sábado 11 de julio, estaba relativamente bien cuando había salido a la terraza y en el cielo azul pálido del atardecer divisaba una zona en que el tapiz que me amparaba se asemejaba a un papel ligeramente arrugado, difícil de apreciar, pero precioso de adivinar. Vamos, que hace un rato me sentía bien. Y después, un instante después para ser exactos, si no fuera porque la MIR (Paz, ¡jodidos soviéticos!) hace tiempo que se deshizo en mil pedazos al tocar nuestra atmósfera, tras haber utilizado su imagen cernida sobre el horizonte terrestre, el lunes pasado, para declarar unilateralmente el fin del mundo, habría sospechado hoy mismo que una luz solitaria que he percibido sobre el infinito azul era su reflejo haciendo un titánico esfuerzo por resurgir de sus cenizas, sólo para darme las buenas noches. En ese momento me he notado mejor si cabe, cojonudamente, para qué voy a negarlo, porque al fin he sentido sobre mi mejilla izquierda una caricia tibia que andaba esperando y que me traía el anuncio de que a pesar de que juego en clara desventaja contándoos mis cosas cada día, el universo, mi pequeño universo, sigue luchando a brazo partido por recobrar la calma y estabilizarse sin precisar de mi ayuda.

viernes, 10 de julio de 2009

G.P. de Alemania [Nürburgring]


La sede del G.P. de Alemania se alterna los últimos años entre los circuitos de Hockenheim y Nürburgring, y en 2009 le toca el turno a este último.

Nürburgring es uno de los trazados más emblemáticos del calendario, y también de los más exigentes, aunque no tiene nada que ver con el que fuera bautizado en su día como «el infierno verde» por el tricampeón del mundo Jackie Stewart, debido a su peligrosidad y entorno montañoso plagado de árboles, y con el que el actual comparte apenas unos centenares de metros.

jueves, 9 de julio de 2009

¡A degüello!


Llego tarde, como ocurre últimamente demasiado a menudo, pero no importa. A pesar de que ando un poco lastrado y espeso, la noticia de hoy (ayer, mañana, qué más da) no me ha pillado por sorpresa.

He asesinado vilmente algo de tiempo en intentar ordenar las entradas en las que me he referido en el blog a esta banda de malnacidos que están desgraciando nuestro deporte, pero me he aburrido de leer, y lo peor de todo es que el esfuerzo me ha generado una sensación de lástima por vosotros, que me seguís con denuedo y casi a diario, que a poco me lleva a decidir ser más escueto que de costumbre, por aquello de aliviaros el trago; pero como me conozco, sé que ni queriendo podría hacerlo, así que asumiendo que soy un plasta, tiraré para adelante como casi todos los días, más que nada, por evitar maledicencias.

miércoles, 8 de julio de 2009

La imagen pública


A colación de mi comentario de anteayer (publicado ayer), ha surgido un pequeño debate sobre la blandura o dureza de los pilotos de F1 que me gustaría abordar con más tranquilidad en el de hoy, porque yo mismo incurría en la tramposa forma de ver las cosas que impone el criterio mediático.

Steve McQueen interpreta a un piloto (Michael Delaney) que tiene algunas cuentas pendientes con la vida y que encuentra en Le Mans la oportunidad de saldarlas. Vamos, que la imagen dura del actor estadounidense encaja a la perfección con el carismático personaje al que da vida, siendo así que ha impregnado la iconografía deportiva de forma bastante vicaria pero indeleble, porque asumiendo que ha habido pilotos duros y cariacontecidos, incluso huraños en lo sentimental, la verdad es que me cuesta bastante recordar algún nombre con que salpicar esta entrada. Por tanto, la imagen del bueno de Steve debe ser entendida en el contexto del guión de la película, y no en otro, porque en la cinta el que hace deporte de verdad es su coche, y sin querer, por enfatizar las virtudes del 917 me sumaba a la idiocia general que acostumbra a confundir churras con merinas (para más narices acusaba de algo parecido al bobo de creativo que había parido el spot. Disculpadme).

lunes, 6 de julio de 2009

¡Y un huevo!


A ese desgraciado que ha juntado en una movie clip a Steve McQueen y a Lewis Hamilton lo mandaría a galeras, por payaso, a que recapacitara un rato sobre lo que supone mearse sobre un sueño.

Si hay momentos en que uno se alegra de haber tomado alguna decisión drástica, éste es uno de ellos. Mandé a la porra el ejercicio de la publicidad en 1997, y cosas como ésta me reafirman en que adopté la decisión correcta. Al diablo se le ocurre juntar un icono como Dios manda con una entelequia que de puro artificial se cae sola, pero así va la cosa y conviene ir asumiéndolo para no hacerse una úlcera. ¡Hay que joderse! Steve, que de puro duro se come la cámara ante la figura blandita del hijo de Anthony Hamilton, lo saluda como si fuesen colegas de toda la vida; y en pista, un McLaren vence a un Porsche 917K en vuelta rápida. ¡Hay que ser idiotas!

domingo, 5 de julio de 2009

El fin del mundo


Poco a poco va anidando en mi corazón una sensación de desánimo que ni pa’qué. Ahora sale el del geriátrico y nos revela que tiene tendencias severas y que le gusta el orden, y propone a su colega Max para primer ministro de la Gran Bretaña comparando sus dotes de mando con las de Margaret Thatcher, olvidando que ambos a dos dirigen una fábula deportiva que por definición debería ser democrática, plural y horizontal, y para colmo lo hace entonando una hagiografía barata alrededor de la figura de Hitler.

Me he puesto el himno de Riego por levantar el ánimo, pero no me ha servido de nada, así que lo he sustituido por una música más liviana, menos enardecida, por ver si soy capaz de digerir tanta imbecilidad como campa por el mundo.

sábado, 4 de julio de 2009

El pequeño Sebastian


Toca hablar de este muchacho porque Seb es grande para lo joven que es, y sorprende, y aunque afirmarlo es arriesgarse a incurrir en una perogrullada, no quiero dejar pasar la oportunidad de aportar mi granito de arena al debate que hay planteado alrededor de su figura. ¿Necesita aprender, mejorar? ¿Y quién no?

Aclarada mi postura, me apetece recordar que desde este blog he denunciado que dos de sus tres victorias se produjeron en campo abonado para lograrlo, con el paraguas del Safety Car abierto, con la seguridad de la ventaja tendida, pero así es el juego y o lo tomas, o lo dejas. También he dejado algo escrito sobre sus carencias en seco, y aunque no me he sumado a las críticas al respecto, debo reconocer que las asumo como lógicas porque Seb está naciendo a este deporte, aunque cabe destacar que con paso firme y también con titubeos, porque sus enormes cualidades tenían que tener alguna sombra para resultar creíbles.

viernes, 3 de julio de 2009

La cocina del infierno


El desfallecimiento de Jenson Button durante la disputa del pasado Gran Premio de Inglaterra tiene una lectura a la que nadie se ha atrevido.

Rubens Barrichello fue rescatado de la jubilación por Ross Brawn por su idoneidad para poner a punto los vehículos, por lo tanto, podemos barruntar sin temor a errar que el brasileño conoce lo que su compañero británico desconoce, o lo que es lo mismo, que Rubens sabe lo que Jenson no. En este orden de cosas, y puesto que tenemos a la vuelta de la esquina lo que ocurrió en McLaren alrededor de la figura de Fernando y hace relativamente muy poco, no sería muy descabellado pensar que Barrichello ha optado por combatir a su coéquipier desde dentro y con las pocas armas que le quedan a mano.

jueves, 2 de julio de 2009

El 804


En momentos como los que estamos viviendo, con una estampida generalizada de aficionados que se nota en el decreciente número de visitas diarias a lugares tan humildes como éste, me apetecía mirar hacia atrás por ver si en las numerosas historias pequeñas que han jalonado la historia grande de nuestro deporte se podía encontrar alimento más útil que el que nos brinda la actualidad.

No sé si os lo he comentado, pero si no lo he hecho lo hago ahora: colecciono vehículos a escala 1:43, preferentemente deportivos (F1 y Le Mans, fundamentalmente), habiendo conseguido reunir a lo largo de los años casi un millar de ejemplares. Pues bien, hoy me he refugiado del tedio revisando algunas de las numerosas cajas donde los guardo a la espera de poder retocarlos para exponerlos en vitrinas en cuanto tenga oportunidad, y me he topado con la correspondiente a los coches más viejos, y en ella he encontrado una joyita, el Porsche 804 que condujo Dan Gurney en 1962, y que pertenece a una serie de coleccionables de quiosco.

miércoles, 1 de julio de 2009

Sin título ni número


A Mark Twain le encantaban los gatos, tanto que en el supuesto de que pudieran cruzarse con los humanos auguraba que nuestra especie saldría ganando y que la felina saldría perdiendo, y de calle, como decía aquél. En lo nuestro reina el mal humor, el cansancio, el hastío, y no es para menos. Así las cosas da un poco por saco andar mirando por ahí, porque salvando algunas excepciones, el resto de la panoplia de narradores de la actualidad ha sucumbido a la dinámica perniciosa que parece tenernos atrapados. Por ello, y porque estamos ya en julio, y por un montón de cosas que también cansan y que no merecen ni siquiera un miserable espacio, me ha dado por pensar en Mark Twain mientras miraba a los ojos a Hilargi, la gatita a la que la familia se empeña en llamar Laia, como creo que os he comentado.

La verdad es que ni a ella ni a mí nos importa un pimiento que ande toda la tropa equivocada, ni que persevere con ahínco en lo de Laia cuando Hilargi es mucho más hermoso porque la retrata mejor, que a fin y a cuentas es de lo que se trata cuando a uno le cuelgan un nombre. Hilargi significa luna en euskera, y en sentido estricto: luz de muertos o luz de la muerte, hil-argia. Lo comento para que vayáis comprendiendo la profundidad insondable a la que nos vemos inclinados los vascos en cuanto se nos deja de la mano, y por aclarar que algunos de nosotros se hayan puesto como se han puesto por cuatro líneas en el nuevo mapa del tiempo del Teleberri, debido posiblemente a que vemos la vida de una extraña manera; y lo hago también por enfatizar que el idioma materno, sea cual sea éste, encierra secretos que tienden a perderse en el tiempo y a los que convendría rescatar del olvido.