Los intentos por acelerar la recuperación y dejar atrás la sombra de la Primera Gran Contienda, han ido sumiendo a Francia en un proceso de inflación galopante que lleva afectando a su capacidad económica desde la primavera de 1926. En 1927 aún queda lejos el Black Thursday de 1929, cuando el desplome de la bolsa de New York marque el inicio de La Gran Depresión, pero los síntomas preliminares ya son palpables a lo largo y ancho de Europa, en las colonias y, obviamente, en los territorios nacionales de las potencias de entonces.
Se está huyendo hacia adelante entre exaltaciones patrióticas y falso optimismo popular, pero lo cierto es que no hay respaldo económico para tanta alegría. La burbuja va a estallar aunque no se sabe cuándo, y en este estado de cosas, cuando todo pronosticaba un éxito al menos similar al de la pasada edición, las 24 Horas de 1927 reciben una inscripción de participantes incluso menor que la prueba inicial, la de 1923: tan sólo 28 vehículos, 3 ingleses, el resto franceses.