El libro que estoy escribiendo avanza razonablemente bien. Materializo muchas palabras al día para destilar las que considero necesarias pasado un tiempo, en un ejercicio en cierto modo balsámico pero por qué no decirlo, también bastante áspero.
En fin, los segundos libres del Gran Premio de los EE.UU. trancurren dentro de lo previsto y mientras espero que la actualidad me brinde algo a lo que agarrarme para echar unas líneas, comparto con vosotros esta tarde otra viñeta de ese primer capítulo que trata de mi supuesto odio a Lewis, que nunca ha sido otra cosa que la cruz de una moneda cuya cara corresponde al Nano, y es que Sebastian Vettel habrá ganado cuatro títulos mundiales consecutivos, pero esta etapa que estamos viviendo en nuestro deporte, me temo que pasará a los anales de la historia como la que definieron los dos mejores pilotos de la actual parrilla: Fernando Alonso y Lewis Hamilton.