Cómo habrá sido de lenta la cosa que hasta en Sky Sports se han referido en dos ocasiones a la salida de pits y al paseo de Lewis en Q3 como «unnecessarily slowly». ¿Innecesariamente lento?, ¡quita, el Hijo del Viento no puede caer tan bajo!, ¡a él le gusta competir, medirse de tú a tu con sus rivales!
Ya me jode tener que seguir refiriéndome al heptacampeón del mundo por una guarrada más que suma a las muchas que marcan las cachas de su revólver, pero se me ha metido un Ayrton Senna en el ojo y no he parado de llorar —de risa, claro—, desde que he visto cómo se ha defecado el británico en la parte más noble de la clasificación, y, con la tontería, cómo ha hurtado a seis pilotos su legítima posibilidad de mejorar tiempo, algo que, no es por nada, también supone una mayúscula falta de respeto a los aficionados...