De nuevo invitado por la ya desaparecida GPActual, reflexionaba a comienzos de mayo de 2010 sobre el extraño amor por la sostenibilidad ecológica que habían desarrollado los líderes de la Fórmula 1 en los años previos. Casi once temporadas después sólo podemos decir que la tendencia no era amor, sino que, como ya se intuía entonces, consistía únicamente en sexo...
Menos mal que estas cosas ya no me pillan de nuevas, porque en otra época más crédula incluso me habría tomado en serio que la F1 ha decidido ponerse firme en aquello de moverse en sintonía con los tiempos que corren.