A mediodía de ayer surgía la noticia y para media tarde, los corrillos y mentideros se hacían eco de que todo el extenuante trabajo de hacer valoraciones a troche y moche sobre lo acontecido en los entrenamientos de Jerez y Barcelona, podía haberse ido literalmente al carajo.
Una tontería de nada, o mejor dicho, una concatenación de tonterías de nada, como que los escapes de los Lotus (Renault) E20 sonaran a retenida, que Maldonado (Williams Renault) volara sobre el asfalto catalán, que el Mercedes AMG W03 fuera de cine, etcétera, levantaron las sospechas acerca de que tal vez, sólo tal vez, los llantos de Newey podían estar repletos de vulgares lágrimas de cococrilo, cuando se quejaba hace nada sobre la pérdida irreparable que había supuesto para Red Bull la erradicación de los mapas/motor tuneados.