Paradójicamente, el último gran año de La Scuderia con Enzo Ferrari al frente fue a la vez tremendamente doloroso y trágico para la rossa. La de Il Cavallino conquistaba el Mundial de Marcas 1982 pero lo hizo pagando un enorme precio.
Gilles Villeneuve perdía la vida en el circuito belga de Zolder el 8 de mayo de aquel año y el número 27 quedará vacante hasta el Gran Premio de Holanda, cuatro carreras después, cuando el francés Patrick Tambay ocupa el volante del canadiense y se suma así a la tremenda labor que está desarrollando en soledad su compatriota Didier Pironi, titular del dorsal 28.