El lunes me dice el cartero que tiene un paquete para mí que no cabe en el buzón y ayer me lo entrega. Hasta aquí todo bien, que decía aquél. Lo abro y se me cae un lagrimón de alegría, porque la última pieza de mi colección a escala 1/43, será, de momento, un elegantísimo Buick Roadmaster Sedan de 1949 —la imagen de entradilla corresponde a un Super Sedan, seguramente del 48—, correspondiente a la edición que dedicó hace algunos años Hergé-Moulinsart a los vehículos que aparecían en la extensa saga de Tintín, que disfrutó el público a través de los coleccionables de Planeta DeAgostini en España.
L'Or Noir, el Sedan... ¿Llamo a Álex y le digo que ha llegado, o dedico al bicho una entradita en Nürbu...?