Mañana todo será diferente. No sé a qué hora ni me interesa, la verdad, el futuro inmediato de Fernando comenzará a ser oficialmente sellado lejos de La Scuderia, lo que para muchos seguidores de la rossa y el asturiano, entre los que me encuentro, supondrá un trago difícil de sobrellevar salvo que recurramos a hacer ejercicios espirituales agarrados a una jarra de cerveza, un vaso de vino o en mi caso concreto, a un generoso Macallan 18 años acompañado de mi inseparable pipa.
Me he ido haciendo más y más viejo a vuestro lado. Hemos vivido juntos practicamente de todo, yo leyéndoos y vosotros aguantando mis sonoros silencios; hombro con hombro, soportando como hemos podido eso que llaman realidad los que nunca han entendido que el ser humano también se nutre de sueños. En este sentido, tengo que confesar que estos últimos cinco años me han resultado sumamente estimulantes porque dos de mis más profundos anhelos, decidieron confluir en un ya lejano 2010.