Damas, caballeros, se acabó lo que se daba. Para estas alturas de la película ya deberíamos tener un líder del campeonato y unas expectativas más o menos claras a la hora de entrever lo que podría dar de sí el retorno de la competición después de las vacaciones de verano, pero, en cambio, tenemos un merequetén de la órdiga porque en Melbourne se nos coló el coronavirus y, desde entonces, ni carreras ni vacaciones de agosto ni líder ni pollas en vinagre.
Vamos con lo puesto y a calzón quitao. Empezamos en Spielberg, no habrá refuerzos ni zona de extracción, y, aunque parezca mentira, prueba que saquemos adelante sin contagiados será considerada una victoria. Los mandos lo tienen claro pero sabemos de sobra qué pasa con nuestras posaderas en condiciones tan halagüeñas. Escriban a sus familias y amigos mientras llega el capitán y les da las últimas instrucciones y les pide que pongan los relojes en hora.