A Hamilton se le vio en su salsa conduciendo el McLaren MP4/5B que llevó Ayrton Senna en 1990, y bueno, como siempre pasa con estas cosas, entre la legión de seguidores que tiene el británico en España no faltó quien se quejó en redes sociales del poco eco que tuvo el bendito homenaje al paulista, o ¿al de Stevenage deberíamos decir?
Vaya por delante que a mí me colmó la atención que dispensaron los medios internacionales y autóctonos al evento en Interlagos, básicamente porque el acto de tributo tenía como centro de atención al ídolo brasileño y, en líneas generales, pues tampoco me he puesto a contar líneas y menciones, creo incluso que se dio más importancia al heptacampeón del mundo que a la figura homenajeada, aunque esto no deja de ser una mera opinión plasmada a vuelapluma.