... cuando se vive bien.
Partamos de la base que mi legendario alonsismo no tiene nada que ver en esto porque Max ni ha puesto ni quitado méritos a Fernando, ni tengo, por tanto, razón oficial ni extraoficial para odiarle o tenerle entre ceja y ceja. Es más, si tenéis tiempo para desperdiciar, podéis pasaros por la etiqueta que lleva su apellido en Nürbu y comprobar, de primera mano, que lo considero una de nuestras mejores figuras aunque tampoco me cortaría un pelo en darle un par de collejas, o alguna más, lisa y llanamente porque se las merece.