Ya queda un poquito menos para que volvamos a fabular sobre las posibilidades de cada equipo durante la temporada que viene. Con lo
lejos que quedaba el asunto hace excasamente un mes, en un santiamén comenzaremos a ver rodar los monoplazas que nos deleitarán la próxima
sesión, y como no podía ser de otra manera, también veremos aquellos a los que maldecir en cuanto pongan las gomas en el suelo.
2012 nos ofrece sabrosas posibilidades de diseño con unos argumentos que pasan fundamentalmente por la erradicación de los mapeados especiales del motor, la sustantivación del morro bajo y unos escapes sopladores que deberán mirar hacia lo alto en vez de hacerlo en dirección a los difusores, y Ferrari ha madrugado en esto de afirmar tajantemente que su propuesta puede ser la más radicalota de todas.