martes, 30 de septiembre de 2014

En Suzuka, solo Suzuka


Por muchas vueltas que le doy, los únicos pronósticos que contemplo como factibles para el próximo Gran Premio de Japón, son los meteorológicos. Dicen que va a diluviar sobre el trazado nipón y si tuviese la fortuna de poder acercarme a ver la prueba, con total seguridad llevaría impermeable, katiuskas y paraguas.

Otra cosa es creer en eso de que aparecerá Moisés con su cayado y nos revelará sabe Dios qué verdad oculta.

Poverello!


Se ve que me he comportado como un pagano del tres al cuarto, ya que dios Mateschitz me ha enviado a su profeta más mediocre, sospecho que para que me meta en cintura y os mortifique de paso a vosotros, vulgares y ciegos seguidores de un impío. 

En fin, toca hablar de Seb y a pesar del chaleco antifragmentación y el casco de kevlar que me adornan, ahí vamos, que diría aquél, no sea que Prostvuelve se quede sin su alimento diario y sin poder lanzar sus delicadas saetas contra el signo de los tiempos.

lunes, 29 de septiembre de 2014

A seis metros de profundidad


Vistas desde el espacio, un suponer, la salida de la curva número 9 del circuito de Suzuka y la entrada a la 15 ocupan el mismo lugar geográfico aunque en realidad, se encuentren separadas por unos seis metros de distancia, vertical, eso sí.

El truco, que lo hay, pasa por entender que el trazado japonés hace un «8» como los del scalextric que apenas nos cabía en la cocina de casa, cuya cuerda se solapa precisamente en la zona que comentábamos en el párrafo anterior. De forma que la recta que une la curvas 9 y 10 discurre literalmente por debajo del firme que antecede a la número 15, piso que cabalga obviamente, sobre la correspondiente albarda del puente.

Una extraña sustancia


La explicación que ha dado Mercedes AMG al «volante affaire» sufrido por Nico Rosberg en Marina Bay, amén de no estar a la altura de lo que el aficionado medio espera de una escudería que maneja montones de tela en crear sus máquinas, deja un sabor a X-file que nos retrotrae a aquella lejana etapa de 2007 en la que los expertos juraban por su bendita madre, que era complicadísimo sabotear a un piloto porque en Fórmula 1 y a pesar de sus dificultades inherentes, todo está medido y calibrado hasta el último milímetro o microgramo.

En este orden de cosas, que se cayera un plafón la noche anterior a la calificación sobre un vehículo que vale una pasta, no dejaba de ser un accidente casero que le puede suceder a cualquiera, lo mismo que ocurría con las mantas térmicas que calentaban demasiado o directamente no hacían su trabajo, ya que lo realmente serio siempre transcurría entre conceptos tan exportables como polvillos blancos (causa del despido de Nigel Stepney); fotocopias con tifoso en el mostrador dispuesto a llamar a Maranello (detonante de que la FIA descubriera que McLaren copiaba a Ferrari); o denuncias de un padre de piloto mosqueado que movían a la federación a entrar a saco y de oficio, a investigar las cosas ocurridas en un Gran Premio para sancionar al cabronzuelo de la película, sacándose de la manga la penalización (¡Hungría. Ay Hungría, qué bien lo pasamos!).

domingo, 28 de septiembre de 2014

Su majestad el chantajista


Os juro que hay días en que no sé por dónde meter mano a todo esto. Me pasé la jornada de ayer holgazaneando y también recabando material para el capítulo que estoy escribiendo sobre 2009. Pues bien, tras corroborar una vez más que la FIA fue capaz aquel año de convertir en papel mojado un reglamento de tan solo unos meses de vida, me encuentro hoy al salir del zulo y tocar la realidad, con que el organismo federativo va en serio en eso de que para 2015 va a reducir aún más la incidencia de la aerodinámica en los vehículos...

¿Aún más...? Si se suponía que ya estaba bien sujeta con la normativa que hemos estrenado. Tanto es así que más de uno se ha pasado lo que llevamos de temporada hablando casi solo de unidades de potencia, a pesar de que había numerosas evidencias de que la bendita disciplina seguía estando implicada y de forma bastante evidente, en la notable desenvoltura de algunos monoplazas de 2014.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Los camiones no llegan tan lejos


Hacía mucho tiempo que no ponía en marcha la moviola y hoy por la razón que sea, me ha apetecido volver a apretar su botón.

La cosa va de la cesión de posición que regaló Fernando a Sebastian en el pasado Gran Premio de Singapur, que de no haber tenido lugar, a lo mejor habría cambiado el prisma de los acaecidos de estos últimos días ya que sin duda, el de Oviedo podría haber alcanzado el podio con bastante comodidad, ya que Marina Bay es un trazado eminentemente ratonero en el que los adelantamientos siempre resultan bastante carillos.

jueves, 25 de septiembre de 2014

A horse with no name


Soy consciente de lo que estáis haciendo aunque no lo anote en cada miserable entrada que escribo. Os percibo tan cerca que podría responder a vuestro aliento con un hola o un hasta luego sin siquiera abrir los ojos... Fue volver de Madrid, meterme en la trinchera y saberos de nuevo conmigo...

Podría escribir otra vez gracias, como he hecho en tantas y tantas otras ocasiones, pero no serviría hacerlo de la misma forma que cumplió su cometido entonces. Hoy no, hoy sé que no ha lugar porque el viento me lo susurra al oído, porque recuerdo la última gesta de nuestros tiempos modernos y siento ganas de gritar con vosotros: «Paha Sapa es mi país y lo amo y quien lo pise, escuchará el estampido de mi fusil.»

Show business


El tiempo tiende inmisericorde a poner las cosas en su sitio y al parecer, le ha tocado el turno a Pirelli, el juguete más preciado de Bernie. Y por esas cosas que tiene la vida, no han sido los pilotos de Fórmula 1 quienes ha puesto el dedo en la llaga —tienen que lidiar carrera a carrera con un producto insuficiente de cojones, aguantando por si fuera poco, que sus constantes quejas sean continuamente desoídas—, sino dos hombres que a su manera, han transgredido las fronteras de nuestro bendito deporte.

Uno de ellos es André Lotterer, conductor oficial de Audi, campeón del mundo de Resistencia en 2012 y vencedor de las 24 Horas de Le Mans 2011, 2012 y 2014, que además, tras años fuera del Circo (reserva en 2002, sobre Jaguar), volvía recientemente a la que se autoproclama máxima disciplina de la competición deportiva a bordo de un Caterham, durante el pasado Gran Premio de Bélgica. 

Yo también me parezco a Senna


Todos nos parecemos al paulista cuando abrimos una cuenta nueva en un banco, por ejemplo, firmamos por un nuevo proveedor de telefonía o empresa suministradora de gas y electricidad, etcétera, así que qué os voy a contar que no sepáis, si me consta que también vosotros os habéis parecido al menos una vez en vuestra vida a Ayrton Senna.

Otra cosa bien distinta es que te lo digan, o mejor expresado: que te lo puedan decir. 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Un rostro entre la multitud


Elia Kazan, en su película A face in the crowd (Un rostro entre la multitud, 1957), nos describe con su crudeza caraterística cómo el ser humano puede convertirse en proxeneta de sí mismo a poco que la fama lo encumbre y también, cómo la necesidad de satisfacer a las audiencias acarrea como consecuencia el triturado de las supuestas estrellas que caen atrapadas entre los engranajes de tan pérfido propósito.

Si los mercados siempre tienen razón, como se afirma reiteradamente desde los medios de comunicación a pesar de lo jodido que lo estamos pasando, podríamos trazar un sutil paralelismo y afirmar también que el share tiene siempre la razón, pero nos estaríamos equivocando de plano porque en un caso como en otro, nunca hablamos de números sino de personas y a lo peor, lo adecuado tras seguir este camino resultaría que Belén Esteban disputara el Gran Premio de Japón.

No hay McLaren bueno


Disculpadme, pero con titulares como este seguro que os habéis despertado del todo si no lo habíais hecho ya, con lo cual, agradecédmelo también porque os he ahorrado al menos dos tacitas de café de esas que necesitamos todos para llegar enteros al mediodía.

Y ahora al tajo, que diría aquél, porque evidentemente sí ha habido McLaren buenos pero están tan lejanos en el tiempo que a uno, a mí concretamente, se me hace áspero de narices que haya quien siga pensando que aterrizar en Woking en 2015 sea una de las mejores salidas que tiene Alonso ahora mismo.

martes, 23 de septiembre de 2014

La pila de botón


Nos cachondeamos de lo lindo en el Gran Premio de Bélgica, cuando el coche de Fernando quedaba varado durante el warm up y los mecánicos de Ferrari no atinaban con la batería portátil, pero lo que le pasó a Nico el domingo pasado, también tiene su tela.

El volante no funcionaba, así, como lo leéis...

Hincha, por favor


La condición humana es harto compleja pero a la vez tremendamente sencilla de entender, de manera que por optimizar recursos esenciales para cosas más vitales, nuestro cerebro recurre a sintetizar mediante automatismos y plantillas sus numerosos desempeños.

Así las cosas, nuestra manera de caminar es una plantilla, por ejemplo. Desde que nos pusimos en pie por primera vez la cosa ha funcionado salvo algún tropezón que otro y obviamente, no hay por qué cambiarla porque nuestro cerebro la tiene tan bien aprendida que incluso podemos pasear dormidos por el pasillo. También es una plantilla nuestra forma de respirar, de coger un tenedor o una cuchara y miles de cosas más, incluyendo la manera en que nos subimos a una tabla de surf o skate ya que utilizando otra, nos costaría mantener el equilibrio...

Demolition man


Jean-Éric Vergne saca 11 puntos de ventaja a su compañero Daniil Kvyat a la salida del Gran Premio de Singapur. Ambos han terminado cinco carreras en los puntos, los dos conduncen el mismo coche y la pareja ha sufrido diversos incidentes y parecidos problemas derivados de la apuesta en Faenza por Renault. Sin embargo, Vergne es quien no sigue en el equipo el año que viene...

Cuando a Jaime Alguersuari le dieron la patada a finales de 2011, sin tiempo para reaccionar o buscar asiento, supimos por boca del responsable del Programa de Jóvenes Pilotos de Red Bull que Toro Rosso, equipo filial de la escudería de Milton Keynes y propiedad de Dietrich Mateschitz, tenía depositadas las esperanzas de su trabajo en encontrar cuantos más Sebastian Vettel mejor, razón por la cual, el español y su compañero Sébastien Buemi se iban a la cuneta porque obviamente no cumplían las expectativas.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Inception [Monza]


Ahora que suena tanto la palabra verdad en este minúsculo asentamiento rebelde, confieso que he sentido la tentación de referirme al Gran Premio de Italia bajo el paraguas de la película A Few Good Men (Algunos hombres buenos), siquiera por poder preguntar aquello de ¿ordenó usted el código rojo? y escuchar como contestación: ¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que tiene muros, y esos muros han de estar vigilados por hombres armados...

En todo caso, ya utilicé hace tiempo la famosa escena entre el teniente Kaffee y el coronel Jessep y como no es cuestión de repetirme ni de hacer caso omiso a J-Car, cuando me recordaba hace unas entradas que había mencionado a la bruja Lola y de tal resultó que parecía que la había invocado, he escogido Inception (Origen) para enmarcar el baño en agua helada que sufrimos los tifosi en casa, ya que en el fondo, en Monza también moría un poco más aún nuestra ingenuidad como aficionados.

Singapur tales


Me pongo ante el teclado pensado en ver si consigo redondear la etiqueta correspondiente a las carreras celebradas este año en unos días. Me falta la entrega correspondiente al Gran Premio de Italia y por supuesto la de Singapur (no, este texto no corresponde a su crónica), y aunque en mi descargo debo decir que la semana pasada ha sido de pegolete, que decimos por aquí arriba, pues he hecho kilómetros suficientes como para pensar en no salir de casa en al menos un mes, lo cierto es que entre tanto ir y venir he dispuesto de tiempo suficiente como para poner a rebosar el cajón de asuntos pendientes.

Ayer, por ejemplo, en el ida y vuelta desde mi base de operaciones en la capital del reino, no dejé de dar vueltas a cómo el espectáculo de Fórmula 1 insiste en apoyarse en agentes digamos que externos, en vez de afianzarse en lo que aporta a la afición como actividad competitiva.

¿Quién dijo qué?


Todo no iba a ser malo, ¿no? Lo digo porque a diferencia de años anteriores, en los que a partir del verano veíamos con estupor cómo la mayoría de escuderías cejaban en sus respectivos empeños para la temporada por aquello de concentrar sus esfuerzos en la sesión siguiente, 2014 nos ha traído como buena nueva una batalla en el plano del diseño de los vehículos y las plataformas que los propulsan, que sigue candente en las escuderías de cabeza cuando el año comienza a señalar insistentemente a Abu Dhabi y su doble puntuación.

La razón no es otra que a diferencia del anterior reglamento estrenado en 2009, que recordemos se basaba en una serie de aparentes limitaciones sobre la aerodinámica de los vehículos que sin embargo, dejaba muy poco margen de trabajo sobre los motores pues prácticamente su evolución estaba congelada, en la nueva normativa, el abanico de posibilidades de mejora afecta tanto a los chasis como a las unidades de potencia, razón por la cual, mientras Mercedes AMG sigue arrasando en los circuitos, una cuota importante de sus rivales persevera en aplicar sus recursos quizás no tanto por solventar la papeleta que tienen entre manos, que también, sino por mejorar las perspectivas para 2015, ya que por primera vez en años, el marco regulador en su conjunto facilita que no se dé nada por malgastado o perdido.

Hello, what’s going on here?


La frase que da título a esta entrada no es mía, la pronunció Jackie Stewart tras el Gran Premio de Italia de hace dos semanas al respecto de lo extraño que le resultó que Nico Rosberg cometiera el mismo error en el mismo sitio, por dos veces consecutivas y en el intervalo de tan solo un puñado de vueltas.

Era un error de primerizo que a pesar de la extensa panoplia de explicaciones que se vertieron a continuación para justificar el desliz del hijo de Keke, llamó poderosamente la atención del mismo hombre que en su día, también quería ver a Sebastian sobre un coche más normalito que el que llevaba entre manos en 2012, apuntalando su rechazo a integrar al de Heppenheim entre los grandes con la frase: «solo puedes ser considerado un grande cuando consigues resultados en inferioridad de condiciones.»

sábado, 20 de septiembre de 2014

Por el acto «sexuá»


No tengo nada contra los infelices salvo cuando resultan tan imbéciles como para no comprender que tarde o temprano se les acabará viendo la saya y quizás los pelendengues. Para esto no es condición imprescindible ser escocés, Dios me libre de insinuar tal cosa, basta con ser lelo, tener una segunda intención que ocultar y ponerse a danzar como un poseso por aquello de llamar la atención... Inevitablemente se te acaban viendo las partes pudendas, sencillamente porque es ley de vida.

Al caso que nos ocupa le dediqué una entrada en noviembre pasado [Luca tiene un botón], y con mis santos aquellos ya preludiaba sin saberlo, of course!, lo que nos tenía deparado el destino para este año a los ferraristas: «Pongamos por caso que en 2014 la Ferrari nos sale mortecina, cabizbaja, aclimática, débil o inane… Digamos que por esos azares que tienen las cosas, el año que viene nos sale siniestro (de izquierda) a los tifosi, malhadado, gatillero…»

viernes, 19 de septiembre de 2014

De momento


Mientras extramuros de la Fórmula 1 se desarrolla una tragedia italiana en la cual, los defensores de la llama ferrarista siguen poniendo palos en las ruedas de La Scuderia —por ver si se descalabra del todo, pienso—, el mundo se empecina en seguir rodando a su ritmo, imponiendo sus propias exigencias muy por encima de las nuestras.

Ahí sigue Nico Rosberg, por ejemplo, dominando el Mundial de 2014 con mano de hierro, a pesar de estar ampliamente cuestionado tanto dentro como fuera de su equipo, hasta el punto de que Alain Prost piensa que poco menos han echado al alemán a los pies de los caballos, viendo sumamente raruno que tras los sucesos de Spa, Mercedes AMG no lavara la ropa sucia en casa.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Jugando con agua


Las previsiones meteorológicas para el Gran Premio de Singapur nos anuncian un fin de semana movidito en cuanto a neumáticos se refiere porque si nadie lo remedia, en la práctica se pueden clonar las condiciones que ya se dieron en Mónaco este mismo año.

Pirelli lleva a Marina Bay sus compuestos más blandos al igual que hizo en la prueba del Principado, y como hace unos meses en Montecarlo, también se prevé lluvia sobre Singapur para la primera jornada de entrenamientos, con casi total seguridad durante los terceros libres y la calificación y aunque todavía existen dudas, se pronostica que la carrera podría disputarse en seco, con lo cual, valorar adecuadamente cómo pueden ir las gomas se va a convertir en una prioridad absoluta para ingenieros y pilotos.

martes, 16 de septiembre de 2014

Run boy run


De vez en cuando reciclo mis creencias, no sea que sin darme cuenta caiga el muro de Berlín y el asunto me pille con los mismos pelos que adornaban mi cabeza en noviembre de 1989.

Red Bull no va a aplicar las órdenes de equipo de aquí a que lleguemos a Abu Dhabi, lo que nos pone en que o bien están mintiendo como cuando no las aplicaban con Mark enmarcado en la escuadra austriaca, o bien mienten porque habría que ser bastante idiota para no apoyar a muerte a Daniel Ricciardo en su caza a los chicos de Brackley. En todo caso es obvio que mienten salvo que sus intenciones tengan poco que ver con el resultado del Mundial, cosa que honestamente tengo que decir: me parece excesivamente descabellada.

Nadie lo entiende


¿Por qué sufre un hombre si nadie lo quiere? ¿Por qué la vida, con gusto hiere...?

Llevo con Café Quijano en la oreja desde que he bajado al estudio, allá como a las cuatro de la madrugada. No os extrañéis, cuando uno se acuesta a la hora en que lo hacen las gallinas se levanta para despertar al gallo con sus correspondientes horitas de sueño reparador a cuestas.

lunes, 15 de septiembre de 2014

¡Cariño, he encogido a los niños!


Vaya por delante que con esto de la celosa aplicación del reglamento en cuanto a comunicaciones por radio se refiere, me pasa que prefiero tomármelo con cierta cautela, no vaya a ser que suceda como con la celosa aplicación del reglamento en aquello de que los coches no debían salirse de lo que se considera pista, que tan solo fue efectivo en Austria y Gran Bretaña...

En todo caso, casi que apuesto a que este ataque de sensatez y pulcritud en el uso de la normativa, durará menos que el agua en una cesta. 

domingo, 14 de septiembre de 2014

Salvados por la campana


No os voy a ocultar que la Fórmula E no me tiraba para nada ya desde que a primeros de año se supo que se ponía definitivamente en marcha tal que ayer mismo. No le veía la gracia en enero pasado [Salvar el negocio] y lamentablemente, tampoco se la vi hace unas horas sobre el circuito de Beijing, hasta el punto de que abandoné el visionado de la retransmisión al poco de que los participantes realizaran el pertinente cambio de coches.

Obviamente me perdí el aparatoso accidente provocado por Nicolas Prost sobre Nick Heidfeld en el último giro, y aunque pude verlo posteriormente, el hecho en sí no me aportó nada salvo la sensación de que al invento en su conjunto, lo había salvado la campana ya que sin ese estúpido incidente que podía haberle costado muy caro al piloto alemán, la prueba que abría el campeonato de Formula E habría pasado sin pena ni gloria ya que la improvisación fue la norma general en la jornada de estreno.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Cowboys & Aliens [Spa-Francorchamps]


En esta secuencia cinematográfica con la que trato a duras penas de retratar las carreras del Mundial de Fórmula 1 2014, me faltaba recurrir a las atmósferas fílmicas más genuinamente bizarras, entendiendo este término no como lo refleja nuestra amantísima Real Academia de la Lengua Española, sino tal como lo trae por los pelos esa marea de anglicismo que nos asfixia.

Así las cosas, qué mejor que recurrir a una película bastante malota que aguanté hasta el final por aquello de no dar por perdido el dinero que pagué por su DVD, para reflejar lo sucedido en el pasado Gran Premio de Bélgica.

Cuando falte Fernando


Desde que llevo en esto de la web 2.0 que llaman por ahí, tal vez la pregunta que más veces he visto escrita y sin duda he escuchado, ha sido la que alude a qué será de nosotros cuando el Nano se retire.

Estaré para verlo aunque seguramente no desde aquí. Obviamente no aspiro a entregar la cuchara antes de tiempo, que diría mi padre, pero por suerte o por degracia, acumulo ya bastantes añitos a mi espalda como para pensar honestamente que todo esto de aventurarse a mirar el futuro como haría la bruja Lola, a poder ser con un par de velas negras sobre la mesa, no es otra cosa que un ejercicio de vulgar masoquismo.

jueves, 11 de septiembre de 2014

¡Ahí tenéis mis botas!


Hay días que sí, que por la razón que sea las circunstancias se enredan en ellos como cuentas en el cordoncillo de un rosario, para incorporarse a nuestra memoria con un sentido claramente mnemotécnico. Tal que así, ayer, 10 de septiembre de 2014, pasará a nuestro pequeño anecdotario como aquel en que conocimos que Ferrari se quedaba huérfana de dos de sus iconos más recientes: Emilio Botín y Luca Cordero di Montezemolo.

Es cierto que el santanderino y el boloñés ocupan diferente rango en la historia de La Scuderia, pero no lo es menos que para el aficionado medio de nuestra entrañable España, forman parte ineludible de ese mundo de fabulación creado alrededor de Fernando Alonso, que explica con datos contrastados, quienes son los buenos y los malos en Fórmula 1 y por qué al asturiano le pasa lo que le pasa.

martes, 9 de septiembre de 2014

En Gorliz, a las tantas


Se llevaron al gudari el domingo pasado y todavía siento su calorcillo tibio entre mis brazos, cuando pillado en alguna trastada en el estudio, le regañaba primero para querer merendármelo vivo después... Noto su ausencia y también la nota Sura, su madre, la gata que mientras espera a que las cosas encajen para poder reencontrarse con su pequeño, busca refugio detrás de la pantalla del ordenador para jugar con el teclado, el cable y el ratón, y las manos que tratan de convertirlos en algo útil con que matar mis ratos y los vuestros.

El domingo, los optimistas caíamos en combate. Fue duro ver ceder la rodilla a Fernando, y a Kimi incapaz de sacar más de ese draco rosso que nos ha salido dolorosamente frágil en tiempos en los que no parece haber espacio para la fragilidad, en los que Tim Cook recuerda a Martin Luther King y Oriol Junqueras recuerda también a Martin Luther King, y seguramente mañana, quién sabe si Cristóbal Montoro, José Ignacio Wert o Pedro Sánchez, o cualquier otro, tal vez Pablo Iglesias, recordarán al hombre que una noche tuvo un sueño de conciliación que con el paso de los años se ha convertido en mercancía barata que lo mismo sirve para vender teléfonos móviles de última generación que ideas de todos los tamaños y colores.

lunes, 8 de septiembre de 2014

¡Aquí hay tema, pero vamos!


Si alguien albergaba dudas al respecto de si Nico Rosberg quiso joder realmente a Lewis Hamilton durante la calificación del Gran Premio de Mónaco, ayer se disiparon por completo ya que visto lo sucedido en Monza, podemos dar por bueno que el piloto alemán no comete errores en lugares complicados sino en aquellos otros que ofrecen generosas oportunidades para minimizar los daños.

Es posible, no voy a negarlo, que a un pedazo fiera como el hijo de Keke, que lidera el Mundial y aparentemente se lleva a matar con su compañero, le pique una de sus dos pelotillas cuando va primero en Monza y entre unas cosas y otras, que se rasca y eso, se le pase frenar en el sitio adecuado al final de la recta de tribunas, cuando además gozaba de una bonita ventaja sobre su más inmediato perseguidor. Total, que se veía obligado a recortar Rettifilo por donde no se debe, perdiendo de paso unos segundos de nada para él, pero vitales para su compañero... Lo que ya no es tan comprensible es que el rubiales repitiese faena en el mismo sitio y con idéntica maniobra...

domingo, 7 de septiembre de 2014

Grazie mille, Pirelli!


Los habituales de mi Twitter saben que hoy me he levantado muy temprano, tanto que quizás sea obsceno decir a qué hora me levantado de la cama en domingo. 

Mañana empieza para mí una semana de vértigo en todos los sentidos y necesitaba abrir espacio siquiera dejando escritas algunas entradas para este blog y el de la editorial, total, que como de costumbre, he empezado por las más alejadas con la intención de llegar a tiempo para matizar algunas cosillas antes de que ocurriera el descalabro de Monza (¡ni una, no he dado ni una con respecto a mis previsiones sobre el Gran Premio de Italia!), pero me he enredado con el previo de Antena 3 y luego con la carrera mientras controlaba cómo se hacían los macarrones y preparaba el sofrito...

sábado, 6 de septiembre de 2014

Until...


Ferrari ha llegado extrañita a Monza, que diría Ned Flanders, como si quisiera mostrarse resuelta a sacar la cabeza cuando según los expertos, apenas queda tiempo para nada que no sea contentarse con seguir viendo la zaga de los Mercedes AMG y alguno de los Red Bull.

Es temprano, tal vez demasiado para ponerse a escribir según qué cosas, pero mientras ponía en orden las que me harán falta a partir de este próximo lunes, me ha dado por recordar cuando el propio Fernando descartaba que Maranello pudiera hacer algo en Spa-Francorchamps y Monza, fiando al Gran Premio de Singapur aquella presunta mejoría que jamás llegó a Canadá por mucho que la invocara Montezemolo, no sé si lo recordáis.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Gran Torino


Esta vez he prolongado más de lo habitual esa tregua que puntualmente se abre cada mes en esta pequeña bitácora, en la que me alejo lo suficiente de todo esto pero no lo bastante como para dejar de seguir escuchando el ruido de los motores.

Sin embargo, puedo decir que además de tomar aire he aprovechado el tiempo, no tanto como habría querido, es verdad, pero sí hasta el punto de que durante esta semana de aterrizaje laboral, los deberes hechos me han permitido enfrentar las mismas cosas de siempre con un talante radicalmente distinto.