martes, 27 de mayo de 2025
Da gusto vernos
sábado, 24 de mayo de 2025
Tarde monegasca
martes, 13 de mayo de 2025
Ni al que asó la manteca...
miércoles, 16 de abril de 2025
El Karaoke
sábado, 17 de agosto de 2024
Antes
lunes, 22 de julio de 2024
Outlands
miércoles, 26 de junio de 2024
Eddie se deja querer
martes, 11 de junio de 2024
El negocio...
domingo, 26 de mayo de 2024
Esperando al bus
domingo, 21 de abril de 2024
Pobres niños ricos
domingo, 14 de abril de 2024
Imprudencias
sábado, 30 de marzo de 2024
Szafnauer & Szafnauer
viernes, 22 de marzo de 2024
El chocolate del loro
miércoles, 28 de febrero de 2024
Ya no hay guiños
domingo, 11 de febrero de 2024
Cartel de «Completo»
lunes, 4 de septiembre de 2023
Esperando instrucciones
miércoles, 14 de junio de 2023
El hijo de la brisa
viernes, 5 de mayo de 2023
¿Qué hacemos en Miami?
sábado, 11 de marzo de 2023
Historia de un amaño
sábado, 7 de enero de 2023
¡Qué mal! ¿no?
No puedo con él, ni con mi vida cuando leo sus pamplinas de niño mimado por el sistema, que sólo lucha contra lo establecido cuando se lo permiten, porque, si no es el caso, amenaza con que a lo peor deja de respirar hasta que le den las chuches...
En qué cabeza cabe que no te consientan ir por la vida de ser inspirador y luminoso, a ver. Confieso que jamás se me ocurrió valorar si me dejaban o no protestar por todo aquello que me parecía injusto. Ni cuando la asamblea de Bellas Artes decidió apoyar las huelgas del sector naval que estaba haciendo trizas el Gobierno de Felipe González, ni cuando tocaba pelear palmo a palmo mejoras para el alumnado con el Rectorado y Jefatura de Estudios, ni, mucho después, cuando me iba a charlar con Aita Fermín para conseguir que el precio que cobrábamos los ilustradores por pieza dibujada fuese algo más acorde con el papel que desempeñábamos en la editorial, o simplemente, cuando tocaba reclamar que se aplicara la Ley alumbrada por Carmen Alborch en 1996.