Cuando pensar se ha puesto tan caro y los lugares donde reflexionar tranquilamente son cada vez más escasos, produce una sensación perturbadora que H2SO4 nos haya dicho hasta luego.
Sí, quiero sentir que es un hasta luego porque hasta los más valientes caballeros de los cuentos de antaño, precisaban echar una cabezadita o un sueño largo con los que reparar las numerosas heridas producidas por el día a día y el andar salvando doncellas de sol a sol...