Toyota no tiene la vista puesta sólo en el WEC y ha comenzado a mover ficha para que su futuro Hypercar (2021) pueda competir también en algunas pruebas del campeonato IMSA, al igual que harán los LMDh en 2022 [ACO e IMSA Forjan el Futuro de Carreras de Resistencia].
A pesar de los retrasos ocasionados por el coronavirus en el proyecto de LMH japonés, debido a que su desarrollo se realiza en la base de Toyota en Colonia (Alemania), las expectativas son halagüeñas y se prevé que se consigan cumplir los plazos de cara a su estreno en el World Endurance Championship del año que viene, y puesto que hay que rentabilizar las inversiones y el enorme esfuerzo que lleva detrás el prototipo, la lógica que está aplicando Toyota Gazoo Racing en su intento de que dejen correr sus coches en la Rolex 24 at Daytona, las 12 Horas de Sebring y la Motul Petit Le Mans, encuentra toda su razón de ser en el hecho de que en 2022, los sustitutos de la clase DPi norteamericana podrán competir en Europa sobre el trazado de La Sarthe en las 24 Horas de Le Mans.
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