Esta es una de esas entradas que no entenderán los que a estas horas siguen haciendo números por ver cómo un tercer puesto en la general de conductores, es mejor que mirar desde la rama de un árbol, la puerta abierta de la jaula.
Tampoco la comprenderán los que no creen en meigas, que haberlas, haylas; ni mucho menos, aquellos que siguen viviendo en los mundos de yupi, donde no cabe pensar que un tipo que afirma que prefiere no hacerse notar en los briefing de los pilotos con Charlie Whiting, sabe que siempre se la está jugando ante el Juez de la Horca, porque no hay segundo ni minuto ni hora de carrera, en que la versión moderna de Roy Bean, no busque hacerse notar con el asturiano por si Lillie Langtry le está mirando.