Mal debe andar la cosa en Maranello para que estemos a domingo y nadie se haya dignado a decir nada «oficial» sobre la retirada de un piloto que vistió de rosso durante cinco temporadas y dio al Cavallino tres subcampeonatos que parece no querer recordar nadie.
El caso es que aquí estamos, comprobando de nuevo cómo funciona la maravillosa mentalidad del tonto en Fórmula 1, que en vez de tratar de indagar en los por qué de la situación, se consuela pensado que le da la razón una (nueva) penosa actuación de Ferrari fuera de la pista.