El noble arte del psicodrama era hasta hace unas semanas propiedad exclusiva de Ferrari, pero se ve que los chicos de la prensa británica, incapaces de extraer más zumo al ¡no te italianices, chaval, que la cagas!, ha decidido posar sobre Woking sus acerados ojos previsores de hecatombes para lograr articular ¡no te juntes con japoneses, que la cagas, chaval!, con lo que eso de representar en grupo situaciones patológicas con el objetivo de tomar conciencia de ellas y superarlas, claro, anda ahora cual pelota huérfana sobre el alero que protege del agua el antiguo despacho de Ron Dennis.
No sé cómo decirlo, pero las posibilidades de que Andrew Benson y yo coincidamos en algo sin habernos leído previamente es, cómo decirlo, remota no, lo siguiente. Que yo le lleve la delantera ha sucedido, aunque siempre lo he atribuido a la suerte, por qué negarlo. Pero hoy, cuando he leído al Abuelo comentar que Benson afirma que en Shanghai el MCL32 va a sufrir una pérdida de potencia de 160 caballos en la recta de atrás, me he dicho: ¡coño, Andrew está viendo como negativo un dato que aporté el domingo pasado como estimación positiva para el circuito de China!