Cuentan que cuando Eddie Jordan comenzó a codearse con los grandes del paddock, Ron Dennis lo recibió con estas palabras: «Welcome to the Piranha Club...»
Existe un libro que toma de esta referencia su título «The Piranha Club; Power and Influence in Formula One» —no lo he reseñado en nuestra serie dedicada a los volúmenes de mi biblioteca [Libros] porque, en realidad, no logré pasar del segundo capítulo y ahí anda el pobre, cogiendo polvo en la estantería mientras mejoro mi inglés—, y, en líneas generales, se puede decir que existe una vasta tendencia periodística que sigue abusando del timito pirañesco a pesar de que los tiempos han cambiado tanto que ni quedan representantes de aquella cultura, ni los actuales gestores de escudería admiten esa etiqueta sin que se les despegue.