lunes, 21 de abril de 2025
siemprejero.es
sábado, 7 de diciembre de 2024
Te quiero, precioso
viernes, 29 de noviembre de 2024
Auld lang syne
martes, 2 de enero de 2024
Una historia de ida y vuelta
miércoles, 11 de octubre de 2023
¿Qué pasa con McLaren?
domingo, 11 de junio de 2023
Los Corsarios de Gorliz
Diferencias entre LMH y LMDh #25TLM23 [19]
sábado, 10 de junio de 2023
Único en su especie #25TLM23 [08]
Mate, café y tabaco de pipa
jueves, 1 de junio de 2023
¡Más madera! [Efecto suelo IV]
viernes, 12 de mayo de 2023
¿Y ahora qué?
domingo, 13 de noviembre de 2022
Historia de un iceberg
El viaje prometía ser entretenido y este pasado martes firmábamos la tercera entrega buscando el efecto suelo de finales de los setenta y primeros ochenta del siglo pasado.
Alcanzamos el Lotus 80 y hemos dejado para un próximo programa hablar de los vehículos más reseñables de la época y los problemas que se sufrieron hasta que los ingenieros lograron domar la fuerza que cambiaría la Fórmula 1 para siempre. Sí, una cosa era obtener downforce y otra bien distinta hacerla rentable en términos de agarre aerodinámico, evitando el marsopeo, por ejemplo.
sábado, 29 de octubre de 2022
En busca del fuego
A puntito hemos estado Jero y yo de darle un nuevo empujón a Lotus y los wing cars, pero el miércoles al mediodía se me torcieron las cosas y, una vez resueltas, hemos pactado que de la semana que viene no pase...
Escribo muy bien, sobre todo de la vida, pero los ancianos del lugar seguramente recordaréis que en Nürbu hemos tocado todos los palos que atañen a esto que algunos llaman deporte y demasiadas veces no hay por dónde cogerlo, y que por ello disfruto tanto de estos viajes a través de su historia.
viernes, 21 de octubre de 2022
Nada como volver
Tras el infructuoso intento de ayer [dentro vídeo], esta tarde hemos conseguido encadenar una hora y pico de amena charla sobre uno de los trastos alados más fascinantes que existen, el Fairchild-Republic A-10 «Warthog», Jero en funciones de líder, yo a sus seis.
Pronto hablaremos del efecto suelo y el Lotus 78 y siguientes modelos de la británica, de manera que para mitigar la espera os paso el enlace provisional [dentro vídeo] y así echáis el rato mientras hacemos tiempo hasta su alojamiento definitivo en Youtube, deseando, como siempre, que lo paséis la mitad de bien, escuchándonos y viéndonos, de lo que disfrutamos nosotros hablando del A-10, un avión de combate que a pesar de los años de servicio que lleva encima desde que salió de la cadena de montaje en 1976, sigue resultando único en su especie.
Os leo.
domingo, 25 de septiembre de 2022
El ángel de la guarda
Resulta complicado imaginar a Colin Chapman embarcándose en la aventura Lotus 76 (1974) sin tener el 72 como bala en recámara, circunstancia que pone todavía más en valor al protagonista de la charla que mantuvimos Jero y yo hace tres meses.
El 76, firmado por el propio Chapman y Ralph Bellamy, con Tony Rudd haciéndose cargo de una buena porción de cometidos aerodinámicos, buscaba ser la respuesta adecuada a un Lotus 72 que ya comenzaba a consumir los últimos años de vida útil tras haber conseguido para la marca británica tres títulos de Constructores (1970, 1972 y 73) y dos de Pilotos (Jochen Rindt en 1970, y Emerson Fittipaldi en 1972). Sin embargo, la radicalidad de alguno de sus conceptos le supusieron la entrada en una vía de la que no salió nada bien.
miércoles, 7 de septiembre de 2022
A por Lotus
Empecemos la mañana con alegría y buen humor, y de manera breve, sobre todo breve, que ya decía el poeta que lo bueno, si breve, dos veces bueno —poned la voz de Lola Flores a esto último, suena infinitamente mejor que leído a pelo.
Bueno, el caso es que a cuenta de mi última intervención en el canal de Jero he compartido con vosotros una serie de siete entradas a modo de ampliación de contenidos tocados en nuestra charla, y he decidido etiquetarla [#A por Lotus] para facilitar que accedáis a todas ellas y echéis un buen ratito leyéndolas en orden cronológico, que siempre sabe más nutrido.
sábado, 27 de agosto de 2022
El sueño de Peter Wright
¡1970. Ronnie Peterson sobre un March 701 desprovisto de alerones!
La fe en los poderes mágicos de la sustentación invertida (downforce) es muy anterior a la irrupción del Lotus 78 en el Mundial de Fórmula 1 y la aplicación del efecto suelo tal y como lo conoceremos a partir de 1977, pero como Jero y un servidor pretendemos llegar a los wing cars en mi próxima aparición en su canal —olvidaros de que sea antes de octubre, ando ahora mismo en plan estajanovista con la ilustración y la literatura—, mejor adelantamos deberes y mencionamos a March Engineering, pues, proporcionalmente hablando, fue la iniciativa que más caña dio a la aerodinamica con fines de agarre (aerodynamic grip) a comienzos de los setenta del siglo pasado, incluso superando a Lotus.
sábado, 6 de agosto de 2022
Tracción integral
Esencialmente, el interés por la tracción a las 4 ruedas en la Fórmula 1 de finales en los sesenta del siglo pasado, se debía a la necesidad de obtener mayor rendimiento en el paso por curva que los rivales que usaban tracción trasera, y se asienta en esta época determinada porque ya se dispone de la tecnología necesaria para abordar la solución con cierto rango de éxito.
Como hemos mencionado en otras ocasiones, la 4WD ya se usó en otras disciplinas y en la propia F1 vio la luz en 1961 con el Ferguson P99 [A Stirling le gusta éste]. Después se abandonó en competiciones de velocidad, debido, fundamentalmente, a que mover unas gomas cada vez más anchas requería de bastante potencia y mucho apero (al menos 2 diferenciales, algunos metros de árbol de transmisión, etcétera), y esto elevaba el peso del vehículo, amén de que una avería, por pequeña que fuese, requería tanto tiempo para ser arreglada que, normalmente, acababa con las posibilidades de volver a pista.
sábado, 30 de julio de 2022
Oda al 56B
martes, 26 de julio de 2022
La Guerra de las Galaxias
La Indianápolis de los sesenta del siglo pasado suponía el lugar perfecto para que un culo inquieto como Colin Chapman diera rienda suelta a su creatividad. Prácticamente, menos tirados por jamelgos, los monoplazas que disputaban la Indy 500 gozaban de una libertad de propósito y diseño que para nosostros hubiésemos querido en Fórmula 1.
Aquel ambiente cuajó pronto en el talante del británico, y tras la experiencia del 38 [El 38 y su relato], junto a su inseparable Maurice Philippe alumbró un vehículo con tracción a las cuatro ruedas y propulsado por una turbina Pratt & Whitney que arrojaba la nada desdeñable potencia de 500 caballos, suficientes para mover su elevado peso (612 kilogramos en seco).