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sábado, 31 de marzo de 2018

Sigma Grand Prix monoposto F1 [30-03-2013]


Con el largo título «Pininfarina Sigma Grand Prix monoposto F1, una propuesta segura para la Fórmula 1», escribía yo para Diariomotor hizo ayer 5 años exactos, sobre uno de los vehículos que más interés me ha producido desde casi siempre y al que en Nürbu le he dedicado varias entradas. El Sigma era una joyita y lo sigue siendo, y puesto que en 2016 era rescatado para acompañar la presentación del Pininfarina H2 Speed Fuel Cell Concept, he pensado que a lo mejor era buen momento para repasar aquel artículo de 2013.


A lo largo de su historia, y aunque pueda parecer lo contrario, la Fórmula 1 ha mostrado siempre un denodado interés por la seguridad en las carreras. 

viernes, 23 de diciembre de 2016

Todo está inventado


Puede parecer una locura tener que retroceder casi medio siglo para encontrar soluciones aplicables en la actualidad, pero el Sigma Grand Prix sigue ofreciéndonos jugosas respuestas a un entorno que aunque dé la sensación de que ha cambiado mucho, tal vez no lo he hecho en lo esencial.

Hablamos de este precioso concepto allá como a comienzos de 2009 [Pininfarina Sigma], pero conforme ha ido trancurriendo el tiempo, lejos de envejecer, sus soluciones en términos de seguridad se han ido demostrando más y más útiles. De forma que el otro día, leyendo decir a Fernando Alonso que las nuevas dimensiones de los neumáticos para 2017 acarrearán una mayor cantidad de spray en condiciones de lluvia, y por tanto una menor y peor visibilidad para quien vaya detrás, irremediablemente pensé de nuevo en el Sigma de Pininfarina.

lunes, 26 de enero de 2009

Pininfarina Sigma


Ferrari y el estudio de diseño Pininfarina han dado numerosas muestras de ingenio a la historia del automovilismo. En una incesante búsqueda conceptual que ayudara al desarrollo y mejora de los vehículos comerciales, Il Comendatore creyó conveniente poner en manos ajenas a Maranello la solución de incógnitas, y depositó en las sabias manos de Battista Pinin Farina y su gente, la búsqueda de respuestas.

Fruto de esta colaboración legendaria, en 1969 vio la luz un vehículo monoplaza que atendía a dar solución a un modelo de seguridad para los F1 de la época, y que respondía al nombre de Sigma.