El Lola B2K/10 de principios de siglo es un digno exponente de la filosofía de vehículo de competición relativamente barato de comprar y mantener, con margen suficiente como para que el cliente lo acomodase a sus preferencias.
Hablamos de esta perspectiva cuando visitamos el Riley & Scott Mark III [El Mark III] y, por supuesto, cuando abordamos el Lola T280 de la década de los setenta [El pequeño T280].