No deja de tener su gracia que Lewis Hamilton vea con buenos ojos que la Fórmula 1 pueda desembarcar en África.
Ruanda fue elegido por el gobierno de Rishi Sunak como destino de deportaciones y sugerido por Israel como tierra habitable para los gazatíes desheredados. Parece un buen lugar para que nuestro deporte ponga en marcha su lavadora.