sábado, 31 de julio de 2010

¿Cómo lo harán?


Hoy celebramos aquí arriba la festividad de San Ignacio de Loyola, de manera que siendo un día festivo y tranquilín he aprovechado para poner en orden este blog y para recuperar un poco los aromas que impregnan Internet, que ya me iba haciendo falta. Así las cosas he descubierto que la gente de Safety Car no nos ha dejado tan huérfanos como temía hasta su vuelta en septiembre u octubre, pues a su rebufo ha surgido la inciativa GP Cast, en la que intervienen además del propio Felipe J. Blas (director del programa de la Universidad de Huelva), caras conocidas como Charly Barazal, Eloy Entrambasaguas, David Plaza y Félix Iturbide (El Lince del Paddock), entre otros, y que ya lleva realizados dos Podcasts [0] y [1].

Y cómo no, también me he reído con esa figura al estilo de Pimpinela Escarlata pero de acuñación española (Justiciero F1 la llaman), que con dos cogieron ha puesto a la prensa internacional contra las cuerdas tras la tunda que le metieron a Fernando en Alemania, como destaca Carlos Miquel en su bitácora de As (Box 27)…

viernes, 30 de julio de 2010

Abril en verano


El dibujo de más arriba fue el primero que hice para este blog, cuando pensaba ingenuamente que podría llevar adelante la aventura en que me había embarcado escribiendo entradas que serían decoradas con imágenes acuñadas a bolígrafo BIC sobre papel tipo folio de 90 gramos, sin boceto previo, coloreadas posteriormente con Photoshop. ¡Qué tiempos!

Dentro de unos días Nürburgring cumplirá tres años de existencia. Después de 775 textos bastante potables en su lectura, es un decir, miro aquellas fechas iniciales con infinita ternura, entre otras cosas porque salvo la decoración del casco del Nano, la historia de la F1 que comencé a atrapar en plan diario a comienzos de agosto de 2007, ha cambiado muy poco, por no decir que nada.

El status


A estas alturas de la semana, con Fernando habiendo cumplido ayer 29 años y el G.P. de Hungría tocando con los nudillos a la puerta, llama la atención lo poco o nada que se ha explicado de ese Campeonato de Marcas al que se alude con machacona insistencia tras los sucesos del domingo. Se ha dicho, sí, que siendo una competición de equipos, la lógica aconsejaría eliminar de inmediato la estúpida norma que les impide comportarse como tales, pero con tan breve apunte, a tontas y a bobas nos hemos quedado a medio camino de comprender cómo funciona realmente el asunto, y por ello muy alejados de poder aportar una salida que no pase por buscar culpables o excusas al respecto de lo acaecido en Hockenheim, a todas horas y dando constantes palos de ciego, sea dicho de paso.

No es cuestión de ponerse a explicar ahora que el campeonato de marras, que data de 1958, nada más y nada menos, revolucionó el modelo vigente al permitir que los mejores pilotos buscaran sus mejores asientos incluso en equipos alternativos o poco conocidos, para beneficiarse del mutuo esfuerzo que ayudaría a la consecución de los dos títulos y por tanto a la mejora de las expectativas de todos los implicados.

jueves, 29 de julio de 2010

Criptografías


No voy a insistir en lo habilidosa que ha sido tejida la tela de araña de la que nos está costando tanto sacar la cabeza, así que hoy toca estar tranquilos. Pero sí quiero hablar de soluciones sencillas para ayudar a espantar los fantasmas en la escudería donde milita el Nano (si tengo tiempo te felicito esta tarde, ¿estamos?), y es que si apostaba desde el mismo domingo porque Stefano hizo lo que tenía que hacer en el muro de Ferrari, llamando a su gente al orden, sin complejos, cabe reconocer que pudo echarse en falta en el suceso una sutileza verbal más al gusto de los británicos y de los que han cargado las tintas sobre esta soplapollez como la copa de un pino.

Como quiera que conociendo a la gente que gobierna con sabia y justa mano la F1, sospecho que a estas horas ya se habrán cursado las indicaciones pertinentes para que se termine a la mayor brevedad posible con la copla de que los conductores ahorren gasolina o conserven sus compuestos según qué puestos ocupen, voy a proponer a la de Maranello que utilice en sus conversaciones entre ingenieros y pilotos uno de los ardides más viejos del mundo, para evitar así más inoportunas meteduras de pata.

miércoles, 28 de julio de 2010

Dame tu amor


Mi ingeniero me ha pedido desde el muro que ponga el modo ahorro de gasolina y le he contestado que se deje de chorradas y me diga si al ritmo que llevo podemos ganar la carrera. Me ha respondido que sí, pero también que no me olvide de poner el mapa de los cogieron y que deje de hacerme el orejas, porque me conoce, que me conoce como si me hubiera echado al mundo… Ambos sabemos que no voy a hacerlo. Yo tengo los cinco sentidos puestos en lo que percibo varias decenas de metros delante. Mi cerebro recrea el recorrido por donde circula el vehículo con milimétrica precisión, sintiendo en mi cuerpo cada una de sus vibraciones, cada irregularidad del terreno, comparándolas instintivamente con lo que sentí el viernes anterior, y el sábado. Mis ojos pierden nada en mirar por los retrovisores cuando un nuevo mensaje de radio me destroza en mil pedazos: ¡Hazlo, por favor!

¿Quién tiene narices para negarle lo que pide aquel en quien confías?

El toro por los cuernos, Luca


Soy un poco cazurro para los juegos de cartas, si me invitan a jugar necesito que un alma caritativa me recuerde las reglas elementales de una simple brisca o aún del tute, no digo más, pero sé diferenciar un farol de un órdago a pesar de que siendo vasco no entiendo el mús.

Bien, hecha la advertencia voy a decir bien alto que éramos pocos y parió la abuela, porque ha salido Don Luca a revolver un poco más el corral, armado con uno de esos habilidosos y sutiles mensajes tan suyos que no hay quien encaje en el contexto, ni siquiera un ferrarista. Y es que venir a decir ahora que Ferrari está por encima de sus pilotos, con la que se ha liado en Alemania, no me parece actitud de recibo para todo un presidente que pretende dar la cara por sus subalternos, ya que la de Maranello declinaba recurrir el puro que le había metido la FIA, admitiendo de facto su culpa en un asunto que se ha estado explotando hasta la saciedad por el resto de integrantes de la parrilla, sea dicho de paso, sin que nadie haya admitido nunca nada desde que la hipócrita norma fuera impuesta en 2002 para que muchas escuderías ahorraran en Viagra.

martes, 27 de julio de 2010

Suposiciones para lelos


Mientras espero a que los señores Gracia y Verdegay encuentren un hueco en sus apretadas agendas para elevar una queja formal ante la FIA por el trato vejatorio que los informadores británicos dedicaron a Fernando Alonso al término del pasado G.P. de Alemania, cuestión que sin duda está entre sus múltiples responsabilidades, pues velar por el respeto que se debe a nuestros deportistas es defender nuestro deporte, pretendo seguir desmontando el escenario de patrañas que se ha elevado como por arte de magia a nuestro alrededor, con el consentimiento explícito de una prensa nacional demasiado acostumbrada a que los contenidos los creen otros, porque pensar un poco requiere de un esfuerzo que no está al alcance de todos.

Como en las malas películas bélicas, el argumento que se nos está ofreciendo al respecto de lo sucedido en Hockenheim es, amén de aburrido, demasiado lineal para sostenerse, de manera que tenemos un panorama lleno de cañonazos en el cual los que habitualmente nos acusan de conspiranoicos y excesivamente tendentes a las fábulas, han orquestado una concatenación de hechos que como conspiración resulta bastante boba y por ello huele a intoxicación cutre por los cuatro costados.

lunes, 26 de julio de 2010

Chicken run


Lo prometido es deuda. Va la segunda y apunto directamente al corazón fétido de la FIA, a mi modo de ver directa responsable de lo que ocurrió ayer al comienzo de la tarde sobre el asfalto de Hockenheim y de los lamentables sucesos protagonizados por la prensa inglesa al término de la prueba, por consentir impunemente que los de la british press no tuvieron mejor ocurrencia que asediar de forma obscena a Fernando, a falta de un Lewis Hamilton a quien preguntar qué tal lo había pasado, si era infinitamente feliz, o de qué color eran los nuevos pendientes que se había puesto, o incluso el de las uñas de su novia Nicole, pongamos por caso.

Vivimos tiempos complicados en los que se sustantiva la idiotez mayúscula si los que la dictan son británicos y viene en formato papilla, digerible aunque envenenada con litio, pero gracias a Dios conservo la lucidez suficiente como para que cuando un trilero me indica que mire a una de sus manos mis ojos buscan instintivamente la otra.

Mi Felipe


Hasta el G.P. de Hungría queda poco tiempo por delante y no tengo ganas de desperdiciarlo, así que con suerte, detrás de esta entrada irá otra con la intención de que mi opinión de ayer no quede tristemente envuelta en un ruido de fondo que lejos de aclarar las cosas, con el paso de las horas las ha enturbiado aún más. Y voy a comenzar por Felipe, mi Felipe, porque siento por él un cariño especial que no me impide verle como un piloto que aunque ha crecido profesionalmente una enormidad, al parecer no ha madurado lo suficiente, cuestión que a mi modo de ver no sirve de argumento para justificar la tunda que se le está propinando, porque en el fondo es tan injusta como la que aguanta a estas horas Fernando.

Me refería ayer a él diciendo: «ha demostrado que sus reiteradas llamadas al espíritu de equipo han sido una vulgar pantomima conque enmascarar sus abundantes debilidades y carencias como deportista», y lo repito hoy porque sinceramente pienso que el calentón que sufrió en Alemania le va a pasar una desproporcionada factura.

domingo, 25 de julio de 2010

¡A la mierda! [Alemania]


Iba a titular esta entrada con alguna referencia a una maravillosa película que se llamó en español «La guerra de los botones», pero al final me he decidido por estampar en portada el grito de guerra de Don Fernando Fernán Gómez cuando las circunstancias lo llevaron a exteriorizar su cansancio, porque a elocuencia no le gana nada.

Bien, por si alguien no lo recuerda a estas alturas, estábamos en conflicto armado y declarado contra la FIA y sus piratas perfumados, y Ferrari la ha liado parda forzando el reglamento como acostumbra a hacer Lewis Hamilton sin que le ocurra nada. ¿No se trataba de eso, no era lo que le estábamos reclamando a la del Cavallino? Pues a falta de una taza, ¡toma dos, y bien llenas! Vamos, que me alegro de que por fin Domenicali y su equipo de estrategas hayan decidido comenzar a llenar el aire con aromas de pólvora, dejándose de hipócritas costumbres como la de recomendar a uno de sus pilotos que aplique el mapa de ahorro de gasolina.

sábado, 24 de julio de 2010

Germanías


Vivimos entre sombras e ilusiones. Somos lo que creemos ser aunque parecemos siempre otra cosa, tan ajena a nosotros, distinta, espesa y pegajosa, que nos pasamos la vida intentando quitarnos su extrañeza de encima. Nos han enseñado tanto a pensar, a medir, que hay que hacer un esfuerzo inhumano para localizar en lo más profundo de nuestro ser aquel universo de sensaciones sin el cual resulta imposible vivir, el mismo que nos alentó cuando niños, y que aún caldea nuestras noches frías y perdidas bajo la soberbia idiota y ciega de nuestra bien ganada madurez.

¿Por qué pensar si se puede sentir? ¿Por qué razonar si es posible palpar los flecos de una esperanza que se antojaba inalcanzable hace unas horas, pero que nos alimenta ahora como un maná caído del cielo en mitad del desierto? ¿Qué ha cambiado? ¿Dónde estaba este mediodía el ídolo de barro a quien los agoreros humedecían los pies a salivazos? ¿En qué lugar su escudería encontraba la brújula perdida?

jueves, 22 de julio de 2010

¡La que se avecina!


A Michael Schumacher se le está poniendo su segunda jubilación muy cuesta arriba, tanto que si nadie lo remedia, el asunto ése que tiene a medias con la que ahora es su escudería, puede terminar como toda relación que se precie, en una dura batalla llena de reproches, juego sucio y abundancia de golpes bajos.

Por mucho Norbert Haug que salga a la palestra para defender en público lo mucho que se aman Mercedes-Benz GP y el Kaiser, las evidencias son las evidencias, y como afirma el dicho popular: obras son amores y no buenas razones. Y aquí tenemos que el icono ferrarista por antonomasia, al menos durante la última década, ha comenzado a ser sustituido en la publicidad de la marca de la estrella por un tipo al que no conoce nadie. ¡Eso sí que es un síntoma!

miércoles, 21 de julio de 2010

¿Estamos tontos, o qué?


Comunmente se acepta que la introducción de los alerones en el mundo de la competición de automóviles, tal y como los conocemos, se debió a la particular visión del suizo Michael May, quien colocó uno generoso de dimensiones y elevado sobre la parte central de un Porsche 550A/RS Spyder como el de la imagen de entrada, convenientemente alejado de las turbulencias creadas por la carrocería del vehículo por dos soportes verticales, con la intención de hacerlo correr en la prueba de los 1.000 Kilómetros de Nürburgring de 1956, cosa que no consiguió por las quejas que originó el invento entre los participantes más importantes del evento, toda vez que en calificación se había demostrado su eficacia.

Desconozco si el ingeniero y piloto helvético patentó su artilugio o si solicitó el pertinente copyright, pero lo cierto es que su intentona ha supuesto una de las revoluciones más importantes que ha sufrido el automovilismo deportivo, que aunque se implantaría años más tarde en la F1, ahora es parte imprescindible de ella.

lunes, 19 de julio de 2010

El aprendiz de brujo


La mitad de la temporada suele suponer un momento en que para algunas escuderías comienza a ser más rentable empezar a pensar en la próxima sesión que atarse lo machos para defender la corriente. Pura lógica económica, en una época, la nuestra, en que las lavadoras ya no duran veinte años como antaño, sino seis a lo sumo, y en la que como se te estropee el aparato es mucho más sencillo tirarlo a la basura y comprar uno nuevo que buscar quién te lo arregle a precio módico.

Dicen los que entienden que el ritmo de los acontecimientos y la deriva paranoica del mercado corre a cuenta del consumidor, de sus anhelos y preferencias, pero nunca lo he creído, como tampoco creo en esta F1 que nos han ido dejando Mosley y Ecclestone, seguramente porque así la deseábamos los aficionados, ¡hay que joderse!

Director's cut


El personal anda escamado con Bernie porque resulta demasiado obvio en sus montajes, vamos, que en Cannes, Berlín, Venecia o San Sebastián, no le darían ni el premio de consolación al realizador más bisoño.

Tampoco es que me haya pillado de nuevas el asunto, pero con tanta botella comiendo planos y secuencias enteras en Valencia, mientras lo interesante, lo del Safety Car y Hamilton, apenas salía en pantalla unos breves segundos y duraba lo que el agua en una cesta en Youtube, la mosca que ha hecho de mi oreja su lugar preferido ha empezado a parecer un tábano, pues le importa un pimiento que yo me haya dado cuenta de su molesta presencia. ¿Y qué queréis que os diga tras la impecable realización que pudimos disfrutar en Silverstone a pesar de que se nos escamotearon interesantes tomas que hemos ido recuperando como hemos podido gracias a la contribución desinteresada de la comunidad de internautas?

domingo, 18 de julio de 2010

Copyright


En el último número de Grand Prix Actual, el 29, Carlos Castellá reflexiona en su sección habitual de la revista sobre un asunto bastante peliagudo, bajo el título «Derechos de Copyright», en el que abunda en tono constructivo a lo largo del texto, y aunque en este caso concreto no esté de acuerdo con él, ello no quita para que me descubra ante su intento de tomar el pulso a uno de los temas más espinosos que nos atañen en lo cotidiano: la propiedad de las ideas.

Por suerte o por desgracia (más por lo segundo, para qué vamos a engañarnos), me desenvuelvo por mi actividad profesional en el ámbito del comercio de ideas, ya sean dibujos, diseños o textos, y sé perfectamente que el concepto de copyright se las trae con abalorios, y por ello lo veo totalmente inadecuado para un mundo como el de la competición automovilística, porque su aplicación, a mi modo de ver supone un rotundo contrasentido, y lo que es peor: la puntilla para lo que queda en él de deporte.

sábado, 17 de julio de 2010

Algo interesante para conversar


Los últimos fines de semana por fortuna ya no son lo que eran, y aprovechando que ofrecen espacios en los que la actualidad descansa, se prestan que ni pintados a mirar lo nuestro con una tranquilidad y un sosiego que resulta imposible de alcanzar durante los días de labor.

Por ello, al hilo de los interrogantes que han surgido sobre la relación de amistad existente entre Fernando Alonso y Robert Kubica a cuenta de lo sucedido en Silverstone, y bajo los turbios escenarios de intimidades rotas existentes en McLaren y en Red Bull, me apetecía hoy recalar en unos momentos ahora lejanos en los que para los pilotos era posible y normal luchar ferozmente sobre la pista e irse luego a compartir una mesa.

viernes, 16 de julio de 2010

Buena gente


Estamos tan empapados de la cultura anglosajona del loser and winner, que a veces se nos olvida que hay gente que compite simplemente porque disfruta.

Hablo de Pedro muy de vez en cuando porque siempre he sabido sacar algo positivo de su actitud ante la vida y su forma de ser, y porque como piloto lo elegí tempranamente a Marc Gené, a quien he tildado demasiadas veces de soseras. Antes ya me había ocurrido con Adrián Campos y Luis Pérez Sala en beneficio del segundo, menos envarado a mi vista que el valenciano, y que conducía un Minardi infinitamente más bonito, el M189, que para colmo reprodujo Scalextric y nunca he llegado a tener.

jueves, 15 de julio de 2010

The Fisherman’s King


Con el telón de fondo de un Gran Premio de Gran Bretaña en el que apenas disfrutamos de un puñado de adelantamientos —para colmo, uno que yo me sé, penalizado—, circunstancia que a mi modo de ver pone sobre el tapete, y de nuevo, el manido asunto de lo complicado que resulta adelantar a un contrario como éste no entre a boxes, se llame el circuito Silverstone, Montmeló o Valencia, quería haber otorgado hoy con gran pompa y boato el premio The Fisherman’s King a Robert Kubica, por considerar que ha sido el piloto que esta temporada ha cosechado mejores saldos en el noble y difícil arte de cobrar piezas en río revuelto.

No obstante, si hasta esta misma mañana el polaco era mi más firme candidato, el recuerdo nítido de cómo perdió la trucha en su pugna con Alonso me ha hecho recapacitar sobre si era el más adecuado.

miércoles, 14 de julio de 2010

Del tener al ser


Tocaba meter mano al héroe de Silverstone, y a pesar de ser hoy uno de esos días en que me apetecería apearme del mundo en marcha porque tengo la sensación de que no me ha salido una a derechas, voy a cumplir con lo establecido retomando el camino previsto para ayer, aunque confieso que tecleo con el ala baja.

Decía que quería haber hablado de Mark Webber desde que le dejé ofuscado en la rueda de prensa del sábado, cuando sin morderse la lengua destapó la caja de los truenos en la que se ha metido por creer en quien no debía. Bien merece señalar primero que Christian Horner carece de la magnitud y porte de Ron Dennis, y que Red Bull no está rodeada por la inmaculada pulcritud a prueba de sospechas que protege a McLaren, razones ambas que han originado que la prensa y los aficionados que hicieron piña silenciosa con la británica cuando al Nano se lo estaban merendando crudo en 2007, se hayan visto obligados por los acontecimientos a cerrar filas alrededor del australiano, haciéndose eco de sus quejas y dando total credibilidad a sus palabras, cosa que no hicieron con el asturiano.

martes, 13 de julio de 2010

A sus pies, Mr. Bean


Perdonen Vuesas Mercedes que las importune por segunda vez. Era mi intención ensalzar mañana temprano las grandes hazañas logradas en los campos de batalla de Silverstone por un caballero australiano rebelado ante su escuadra, mas se han trastocado mis honestos planes de dar tregua, si acaso por dos miserables días, a los hijos de la Pérfida Albión que han declarado la guerra a la nuestra inteligencia por imponer sus bastardos ardides así nos lleven al infierno a todos.

Venía esta tarde a la tienda de campaña donde reposo mis duras jornadas con el alma apaciguada y el espíritu calmo, lo juro por mi librea, tras mantener singular combate con un papel de dimensiones colosales al que llevo semanas adornando con la fiel plumilla que me acompaña desde antes de que tomara las armas, cuando mozuelo imberbe y con abundante melena me reconfortaba soñando en abrirme paso hasta los altares de la gloria.

Buscando a Nemo


Casualidades de la vida o no, este año Ferrari está desatando entre sus aficionados todas las alarmas que no habían saltado desde que el Kaiser abandonara la escudería, y ya hay quien incluso llega a ver en Fernando el culpable de la situación por la que está pasando la de Maranello, como no podía ser de otra manera, argumentando que se han defraudado las expectativas levantadas a comienzo de temporada.

Sea como fuere, siento decir que no recuerdo tales expectativas ni por supuesto su tamaño. La cosa iba a principio de sesión de que Michael Schumacher haría papilla a todo pichichi, el Nano incluido, desde la entente alemana que dirige el portentoso Ross Brawn bajo el amparo de Mercedes-Benz. Si no me falla la memoria, en aquel momento se criticaba al asturiano por perder el tiempo entreteniéndose en Madonna di Campiglio cuando sus rivales trabajaban de lo lindo, y por cerrar el repaso, comentaré que también se anunciaba a bombo y platillo la debilidad del Cavallino, pues el recién estrenado F10 no era el monoplaza definitivo, sino un esbozo que sería convenientemente terminado a mitad de sesión, más o menos, de todos modos demasiado tarde según algunos.

lunes, 12 de julio de 2010

La copita es nuestra


Ayer tarde, después de despacharme a gusto contra lo que había visto durante la celebración del G.P. de Gran Bretaña, traté de refugiarme de mis furias en la contemplación de la final del campeonato del mundo de fútbol a pesar de que un pulpo me había desvelado su desenlace, pero para mi sorpresa no hallé lo que buscaba porque la naranja mecánica holandesa salió al campo no como una selección que pretendía jugar a la pelota, sino cómo aquella otra que dibujó en su libro Anthony Burgess, en 1962, y que unos años más tarde fue llevada al cine y elevada a los altares por Stanley Kubrick.

Como sabéis, no soy muy futbolero, salvo cuando juegan el Athletic de Bilbao, la selección española, o cualquiera de nuestros equipos sale fuera, así que aprovechando que España se lo había currado de lo lindo para estar donde estaba, completamente confiado en los augurios del cefalópodo, me entretuve haciendo de tripas corazón mientras iban pasando ante mí unos interminables minutos y segundos de sequía, a la espera de que los astros confluyeran definitivamente sobre Johannesburgo, circunstancia que sucedió en el minuto 116 del partido, durante el segundo tiempo de su prórroga, gracias a una preciosa jugada que remató con gol Andrés Iniesta, sellando nuestro pase a la gloria.

domingo, 11 de julio de 2010

Nottingham burns [Gran Bretaña]


Llevaba días preparándome, incluso dejé escrito el jueves pasado una escueta frase premonitoria: «Sí, todavía hay lugar para reclamar un poco de belleza entre tanta basura, siquiera para recargar las pilas conque enfrentarnos a la que se nos viene encima», pero en cuanto he visto a Fernando sortear como podía a Robert, he sentido una desgana absoluta que presagiaba la irreparable y burda venganza de un soberbio hijo de puta que pretende joder lo que queda de deporte en la F1 antes de retirarse. En cuanto he escuchado la sentencia, confieso que he tenido ganas de mandar todo a paseo.

Por fortuna para vosotros, mi ángel de la guarda azul estaba a mi lado, y como ambos sabemos cuándo terminará todo esto y por tanto que el tiempo aún no ha llegado, su serena presencia me ha permitido disfrutar del pundonor del asturiano, que ha preferido no retirarse y concluir la prueba antes que buscar una comprensible excusa tipo tuerca que se ha soltado, porque mal que pese decirlo, su actitud ha supuesto un estímulo para renovar fuerzas y cerrar filas a su alrededor, en aras de seguir denunciando la penuria espiritual de la gentuza que dice velar por la salud de este triste espectáculo.

sábado, 10 de julio de 2010

Inexorabilis

Howard Phillips Lovecraft creó por su cuenta y riesgo una criatura primordial y alienígena que bautizó como Cthulhu, a la que describió como un ser dotado de una cabeza de pulpo o calamar de cuya base surgían ocho tentáculos ominosos.

Creía hasta esta misma tarde que la imaginación del contemporáneo de Alan Poe era portentosa y genuina, pero tras ver caer a Uruguay frente a Alemania en la lucha por el tercer puesto del mundial de fútbol comienzo a albergar serias dudas, pues estos días pasados he visto con mis propios ojos de lo que es capaz un vulgar cefalópodo prediciendo el devenir de los hechos con la suficiente antelación como para que no quepan reparos en aceptar que tal vez y sin saberlo, todos y cada uno de nosotros sorteamos los presuntos azares de la vida conforme a un guión algo más que previsto.

viernes, 9 de julio de 2010

Silverstone


El transcurso del tiempo no ha empañado según qué recuerdos, por ejemplo el que atañe a Silverstone, palabra mágica que me devuelve a mi adolescencia en Santurce, puerto abierto al Cantábrico que me acogió con apenas cuatro años.

La cocina de la casa que ahora ocupa en solitario mi madre, la mujer que hace las mejores croquetas del universo, fue durante aquella etapa un laboratorio de ideas en el que aprendí los rudimentos que me han hecho persona, lugar que lo mismo me servía para aprender a dibujar so pena de no recibir la paga de los domingos, que para descubrir que mi manos eran capaces de crear pequeños agujeros negros al amparo de cómo me había enseñado a utilizarlas mi abuelo José Oyarbide, el hojalatero, un tipo sencillo e infinitamente bueno y paciente, profundamente inteligente para más señas, al que debo cuatro quintos de lo que soy ahora mismo.

jueves, 8 de julio de 2010

What's your name, angel?


Necesitaba darme un pequeño respiro. La reciente aventura valenciana ha despertado viejos fantasmas que ingenuamente sospechaba se apolillaban en olvidados armarios toda vez que el cierre de la etapa Mosley insinuaba un cambio de rumbo en el que no tendrían cabida, pero hete aquí que están más vivos que nunca y para colmo empiezan a recibir refuerzos, porque de las alcantarillas de todo esto han empezado a surgir voces de ultratumba con ánimo de caldear el ambiente, supongo, e incluso hay seria amenaza de que el padre de la criatura comience de nuevo a robar planos a Nicole Scherzinger en el garaje de McLaren.

Anteayer este blog cubría sus 750 entradas y ni recuerdo el tiempo en que se me ocurrió la idea de ponerlo en marcha, aunque atisbo a ver entre brumas a un piloto que me devolvió la ilusión por este deporte, pero que naufragaba entonces en una trampa para magos hábilmente tendida por unos titiriteros a los que no les tembló la mano al cortar uno a uno los hilos de su díscola marioneta española.

martes, 6 de julio de 2010

Gastronomía del asfalto


A estas alturas de la película, con Silverstone asomando las orejas en el horizonte, me apetece despedir Valencia Street Circuit como creo que se merece, porque le pasa un poco como a Fernando Alonso, que por cercano resulta demasiado asequible a las pedradas.

Nadie puede negar que es un engendro salido de la nada, pero sería iluso pensar que es sólo eso. Por fortuna, desde que Nakajima apeara al asturiano en la cita inicial de 2008 dejándome disfrutar de la carrera sin interferencias subjetivas, me decanté positivamente por este circuito semiurbano que me ha recordado siempre a aquellos conque Bernie y su tropa nos deleitaron (es un decir) en los primeros años de los 80 del siglo pasado en tierras americanas, aunque a diferencia de aquellos, goza de de un marco incomparable que lo convierte en único.

lunes, 5 de julio de 2010

Río Bravo


Si me dieran a elegir entre una botella sobre el asfalto a la salida de una curva y un demente disfrazado de escocés que tienta monoplazas a la salida de otra, me quedo de calle con el envase de cristal, siquiera porque una vez localizado sobre la pista (más si el que se chiva de su posición es Lewis Hamilton), por ser cosa inanimada resulta más sencilla de sortear que un tipo que tiene nombre y apellidos (Neil Horan), y para colmo vaya usted a saber qué aviesas intenciones.

Sin entrar a justificar actitudes injustificables que no benefician a nadie por ser propias de cafres descerebrados, advierto que mi elección ha sido impuesta por los acontecimientos, pues la realización del G.P. de Europa puso extremo ahínco en enfocar la demonio litrona vacía, convirtiéndola en protagonista mientras todo el mundo se preguntaba qué había pasado para que El Nano entrara tan tarde en boxes a cambiar de zapatos, lo que me lleva a pensar que en el asunto había gato encerrado, pues centrada convenientemente la atención de los espectadores en el desafortunado acontecimiento —¡bellacos!, ¿a quién se le ocurre ser tan impresentable como para mancillar el asfalto valenciano con un trozo de vidrio de supermercado?—, la otra mano del mago quedaba libre para deslizar el as que descansaba oculto en su manga en aras de definir la partida sin que nadie la importunara.

domingo, 4 de julio de 2010

Remember me


El duro tránsito entre lo que fuimos, hemos sido, somos y aspiramos a ser, se salda siempre en negativo por la inapelable aplicación del artículo treinta y tres, ya que sujetos culturalmente como estamos a la supervisión de los otros (esos seres siempre extraños que nos rodean y miran para juzgarnos), recae en ellos la definición del acierto o yerro de nuestros pasos, cuando el aspecto en cuestión, por íntimo y trascendental, debería correspondernos sólo a nosotros, o en su caso a nuestra almohada.

Corren malos tiempos para solicitar clemencia de juicio, tino, equilibrio o coherencia de pensamiento y comportamiento. Peores para encontrar amparo o un hombro amigo donde apoyar la cabeza, porque triunfan las sonrisas amplias y falsas, ladinas, ajustadas al artificio de hacer creer lo que los actos previos han negado con contundencia…

sábado, 3 de julio de 2010

Jugando con fuego


Al hilo de lo que comentábamos estos días atrás, toca hoy recalar en la evolución anunciada por McLaren para Silverstone, y que como conocéis de sobra, atañe a la incorporación del modelo Red Bull a las salidas de los escapes del MP4/25, y por tanto al rediseño de su zaga.

Si hace escasamente unas horas advertía de los problemas que podría encontrarse Ferrari siguiendo el camino señalado por Adrian Newey en su RB6, dado que el comportamiento de los coches italianos en Valencia, una vez habían perdido los puestos de cabeza, recordaba excesivamente las fatigas sufridas por los vehículos austriacos en similares circunstancias, tengo que decir ahora que el mismo escenario de incógnitas es exportable a McLaren, aunque con el agravante de que los monoplazas británicos no tenían una necesidad apremiante de hacer cambios radicales en su configuración, como ocurría en el caso del F10.

viernes, 2 de julio de 2010

Subrayado


Ferrari estrenaba oficialmente en Valencia el renovado F10B, el arma definitiva conque Fernando batallará por el título de aquí a que termine la temporada, y lo cierto es que las sensaciones que destilaba su comportamiento tanto en entrenamientos como en calificación y en la poca carerra en que pudo ofrecer lo mejor de sí mismo, animan a afirmar que en Maranello han acertado con el camino emprendido el pasado domingo, aunque puede ser todavía insuficiente.

Y es que me surgen dudas, y lo lamento, porque el pobre rendimiento mostrado por el monoplaza una vez se encontró en una zona repleta de vehículos en la que resultaba prácticamente imposible desenvolverse con soltura, han desenpolvado los fantasmas que han sobrevolado los Red Bull durante lo que llevamos de sesión.

jueves, 1 de julio de 2010

Supernanny


Fernando Alonso ha venido a pedir disculpas por el calentón del otro día, y el presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, las ha pedido por las cagadas de los colegiados durante la primera fase del Mundial de Fútbol.

Ambas situaciones, aunque respondiendo a diferentes circunstancias, tienen un denominador común: el doble rasero de medir que se casca la prensa deportiva británica, y lo menciono porque como Presidente de la República Independiente de Mi Casa (President of the Independent Republic of My Home), he declarado de manera unilateral una tregua de 72 horas en mis hostilidades ante tanta hipocresía, que ha entrado en vigor a las 00:00 horas de este primero de julio de 2010, a la espera de que Charlie Whiting, Bernie Ecclestone o Jean Todt, pidan públicas disculpas a los aficionados a la F1 por el lamentable espectáculo ofrecido durante el pasado G.P. de Europa [Valencia].