Aunque no lo parezca continuamos manteniendo importantes lazos con la F1, ya que el piloto que conduce ese precioso Alfa Romeo por las calles de una población siciliana es Daniel Ricciardo durante un evento en 2015 patrocinado por Red Bull para su Red Bulletin, y el 33/TT/3 en cuestión, es el vehículo con el que Helmut Marko y Nanni Galli haciendo de copiloto, obtuvieron la segunda plaza absoluta en 1972...
Herr Doktor también estuvo allí, asesorando al australiano, aunque lo importante de esta ida de olla preliminar consiste en poder resaltar (una vez más) que marcas y conductores, que disputaban el Mundial de Fórmula 1 regularmente, pasaban la frontera entre disciplinas con absoluta normalidad y resultaban habituales en pruebas legendarias. Lo hemos podido apreciar en la saga dedicada a las ediciones de las 24 Horas de Le Mans, lo hemos comentado innumerables veces, lo tocamos de rondón en Nürbu cuando se ha mencionado la Mille Miglia, y apetecía recalcarlo ahora que abordamos el libro Targa Florio, Le Madonie e la gara più bella [Editori Laterza; Bari, 2021; bajo el sello Contromano].