Estoy al tanto de la movida de Penske en la Indy 500 y del temita Doohan vs. fans de Colapinto, incluyendo la recogida de cable de Fox Sports Argentina cuando el daño ya estaba hecho, pero tampoco es que me apetezca mucho recordar que en todas las casas cuecen habas, ni empañar la buena actuación del pibe en Ímola siguiendo la agenda marcada por los pirómanos que, tal vez, sólo tal vez, pretenden culparle de pecados que no ha cometido, con tal de asegurarse el alpiste y los incendios hasta el parón veraniego.
Venga, va. Como diría Álex: el sólo hecho de completar la carrera habiendo devuelto el coche íntegro al garaje, ya le vale a Briatore un 20% de lo que ha invertido en el chiquillo, a lo que hay que sumar las buenas vibraciones que destilaba el de Pilar cuando pisaba el paddock italiano y los minutos que chupaba cámara por que sí, porque uno nace estrella o sale sosangas como Jack...