Presumo, a lo peor me equivoco, que no hay que tener dos dedos de frente para descifrar la matraca anglosajona al respecto de Max Verstappen. El tipo ganó ilegítimamente el título 2021 —estamos a dos suspiros de que alguien lo llame okupa—, y de ahí p'alante, que decía aquél: que si el coche, que si Adrian Newey, que si dominio soporífero, que si éste o este otro ex piloto opina que estos dominios avasalladores no son buenos, que si éste o este otro especialista cree conveniente que se cambie el Reglamento por el bien del espectáculo, que si Toto, que si Lewis...
Los british se han distinguido siempre por su especial concepción del Fair Play, por cómo atizan a sus enemigos declarados y por llevarse mal con la realidad cuando ésta no colma sus sueños.