Las creaciones del Jim Hall y su equipo gozaron siempre de mucho predicamento en el entorno de la Resistencia, la CART (Championship Auto Racing Teams) y la Can-Am (Canadian-American Challenge Cup). Chaparral Cars llegó a hacerse un huequecito en el siempre exigente corazón de los aficionados a las carreras, que a poco rompe el pecho de sus propietarios cuando aparecieron los Chaparral 2E y 2F con sus monumentales alerones elevados sobre la vertical del tren trasero.
A la manera Chapman, Hall estaba obsesionado con la aplicación de la aerodinámica y las novedades aeronáuticas en los vehículos de competición, y, obviamente, con reducir la siempre perniciosa prima hermana de la downforce: la resistencia al avance —el Chaparral 2H supone un poema conceptual que merecería un espacio propio que no podemos ofrecerle en esta serie de viñetas, por no mencionar el 2J y su disruptiva manera de entender pegarse al suelo a base de aspiración por ventiladores y sellado con faldillas de caucho sintético Lexan...