Hoy he desayunado con el Periodista de los jueves, un buen y viejo amigo, un tipo legal. Él también había visto la estúpida intentona de Ted Kravitz por enmarronar a Oscar Piastri haciéndole en la rueda de prensa del GP de Azerbaiyán, ese tipo de preguntas que los malos periodistas británicos jamás hacen a los pilotos británicos de Fórmula 1.
Según él no hay tantos periodistas buenos en Reino Unido como para hacer de los malos una categoría.