martes, 29 de octubre de 2019

Titulitis


A Sebastian no le gustan ni el trofeo del Hermanos Rodríguez ni la presencia de Mario Achi en el podio mexicano, sí le encandila, por decirlo así, la ceremonia de entronización a lo The Hunger Games del hombre que le hace tiritar de frío por las noches. Querría vivirla en propias carnes pero no ha sido posible.

Los números y sus fantasmas. En cierta manera el vacío, el que nadie te lo estropee, el pretender ser protagonista de una época que ya no te tiene en cuenta; el pedestal como metáfora, en definitiva, de lo que ha sido besar el santo demasiado temprano y digerir mal la frustración y la ladera de descenso del Olimpo.

«¡Vettel, Vettel, Vettel!, el nuevo eslogan para este próximo invierno. ¿Y luego qué? ¿Cuando el éxito se haya acabado, qué? ¿Qué será de Sebastian cuando inevitablemente pierda brillo o sufra los rigores de una mala temporada?» [¡Vettel, Vettel, Vettel!]. 10 de noviembre de 2010, el alemán no había ganado todavía su primera corona ni sus abundantes fans de entonces habían empezado a recomendarnos que nos acostumbrásemos a las bratwurst. 2014, que no sé por qué se olvida aquella temporada, pero con ella son seis años luciendo títulos y poquito más...

Normal que a Sebastian le incordie Mario Achi. Lewis juega y hace que se lo cree, interpreta, pero para el astro de Heppenheim la vida es seriedad y encender y apagar interruptores, aunque no sepa llegar entero a un 29 de octubre, tal que hoy, porque se ha pasado su existencia viviendo entre algodones y aún no ha aprendido a reírse de sí mismo. ¿Lo conseguirá? Seguramente no, pero tiene los mismos títulos que Alain Prost y hace de telonero perfecto para Hamilton porque cinco suman más que cuatro y seis son una cifra mayor. Ambos se necesitan, hay simbiosis, uno no es nada sin el otro, y en el fondo: ¿a quién coño le importa?

La culpa es de Ferrari, ¡faltaría más!, que no le da lo que necesita: un pepino arrasador y un compañero al que no haga falta asar a despropósitos para que no moleste...

Os leo.

1 comentario:

Elín Fernández dijo...

¡La verdad ha sido dicha!!
Vetellistas, no se incomoden por leer esto ni se pongan ácido como su líder con Mario Achi. Disfruten lo que queda de temporada y tal vez lo que le queda a Sebas vestido de rojo.