martes, 8 de octubre de 2019

Nico y el realismo fantástico


El ganador de las 24 Horas de Le Mans de 2015 anda como la mala moneda por el paddock. No hay sitio para él, al menos en los equipos con posibilidades de aprovechar su velocidad y consistencia en pista, lo que nos pone, en el mejor de los casos, en que podría terminar sus días en Fórmula 1 como piloto de Williams.

Hace más o menos un mes, supimos que Esteban Ocon formaría pareja para 2020 en Renault junto a Daniel Ricciardo. A partir de ahí, el alemán insinuó que su salida de Enstone se debía a razones no profesionales y Alain Prost reforzó esta idea al admitir públicamente que la gala no podía permitirse tener en sus filas un conductor negativo (sic).

Yo entiendo que cuidar del ambiente de trabajo es importante, pero con todo esto el chiste casi sale solo porque, si ha habido una escudería que ha vendido humo a espuertas, ha sido Renault.

El domingo hablábamos del bueno de Abiteboul [Con Red Bull se vivía mejor] y para dibujar a Hulk en la actualidad, o mejor dicho: para intentar comprender su situación actual, sería muy negligente por nuestra parte no tener en cuenta la derrota que ha llevado Renault desde que fichó al de Emmerich am Rhein en 2017, porque ese mismo año fue el del estreno de la remodelación que llevó a cabo Viry-Châtillon en su unidad de potencia. 

El RS17 tampoco fue la bomba. Adolecía de escasez aerodinámica y, a la postre, suponía un pasado a limpio del RS16 de 2016 pero con aleta. Cariñosamente lo llamamos «laboratorio móvil» en Nürbu porque, en el fondo, eso es lo que era: un laboratorio con ruedas. Bueno, la francesa terminó aquella temporada a 511 puntos de Mercedes AMG. Sexta en la general pero con matices: detrás quedaban Sauber, que firmó una de sus campañas más protervas; McLaren, que acababa su historia con Honda; Haas, pues eso, que seguía siendo Haas; y Toro Rosso, el equipo B de Red Bull, que terminó literalmente encima, a tan sólo 4 puntos de distancia.

La hemeroteca está plagada de referencias al famoso MGU-K que después de ser probado en carrera tuvo que ser sustituido por el usado en 2016 con tal de asegurar la fiabilidad.

El bendito MGU-K tampoco llegó en 2018 aunque el RS18 era un monoplaza notablemente mejor que su antecesor y permitió a Enstone concluir la temporada en la cuarta posición, gracias, también, a que Force India tuvo que renunciar a todos sus puntos para que se alumbrase Racing Point. En todo caso, la distancia con Mercedes AMG se amplió, quedando definitivamente en 533 puntos.

Y llegamos a 2019 con el MGU-K en orden de batalla y ¡plaf!

No me alargo. Hay que ser muy optimista, pero mucho mucho, para no mostrarse pesimista o negativo ante esta situación que se ha prolongado en el tiempo tal vez demasiado. Obviamente desconozco qué promesas hizo Renault a Hulkenberg en 2016, pero no parece de recibo echar la culpa al alemán por ser realista. Y es que al final, a lo peor es que a Nico se le han hinchado las avellanitas y ha dejado de creer en sus jefes, algo que, como es de sobra conocido, acostumbra a enrarecer el sacrosanto ambiente de trabajo hasta hacerlo irrespirable.

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver lo q dura Ricciardo.



King Crimson

Lastra dijo...

Se nos ha colao por ahí una equis Maestro.

https://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=espuerta

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Lastra. Thanks, mate ;)