jueves, 10 de octubre de 2019

¿Se irá Mercedes-Benz?


Sí, acabará sucediendo. Lógicamente desconozco si ocurrirá en 2021, en 2025 o en otro momento, pero no la veo soportando estoicamente nuevos periodos como el vivido entre 2010 y 2012 en Fórmula 1.

Cuando Honda dio portazo a finales de 2008, la prensa internacional la acusó de no tener auténtico espíritu racer. Tres cuartos de lo mismo sucedió con Toyota al concluir 2009. Los ingleses siempre se han llevado bien con los alemanes y cuando BMW causó baja por las mismas fechas, no se removieron tanto las raíces del árbol quizá porque quedaba Sauber, pero sin estar de acuerdo en lo del «espíritu racer», tengo que admitir que un fabricante no es un garajista ni lo será nunca. 

La marca no compite por competir ni está preparada para asumir grandes etapas de sequía antes de volver a estar en lo más alto. No lo lleva en su ADN. Busca I+D+i, posicionamiento, imagen, valor añadido, y esto casa mal con arrastrarse por el asfalto. Si a ello sumamos la cantidad de recursos que consume tener cochecitos con tus colores dando vueltas a un circuito, es sencillo colegir que cuando nada de todo lo dicho resulta atractivo, o rentable de una u otra forma, los fabricantes hacen las maletas y se van por donde vinieron.

Al igual que sucede en Resistencia, las marcas hacen sus apuestas en F1 a tiempo tasado. Si cosechan el anhelado triunfo, miel sobre hojuelas; si no lo logran, a otra cosa, mariposa, que ya llegarán momentos mejores o surgirán nuevas oportunidades...

También es verdad que, excepción hecha de Ferrari, las marcas que han participado en Fórmula 1 siempre han supuesto un regalo envenenado. Por un lado, los enormes presupuestos que manejan son un estupendo seguro a medio plazo para el negocio, pero por otro, una vez cumplidos sus objetivos es difícil que se queden porque nada les ata. 

Durante la crisis de 2008 y su coletazo de 2011, Ecclestone buscó grandes aliados y confió la actividad a los grandes. No es ninguna casualidad que el Grupo de Estrategia (Strategy Group) naciera a partir de la desaparición de la más democrática FOTA (Formula One Teams Association) —e inútil, por qué no decirlo—, sustituyendo definitivamente a los Working Groups a partir de 2015. Hacía falta estabilidad y nada mejor para ello que las riendas las sujetasen los que más dinero ponían.

Tampoco es ninguna casualidad que Liberty Media se quiera quitar este escollo de en medio más pronto que tarde. La norteamericana busca ampliar el registro para que puedan intervenir otros protagonistas si así lo desean, y, ciertamente, este club tan selecto supone un buen pedrusco en el camino porque vela por sus intereses, establece criterios y, gracias a Bernie, tiene capacidad para imponer sus reglas.

Acojona un poco que Mercedes-Benz pueda abandonar la Fórmula 1, sobre todo porque el Boss británico descuidó a los garajistas en favor de las superpotencias y no sabemos ahora mismo de dónde vamos a tirar. Hoy parece impensable que podamos sobrevivir sin un gigante como el de Stuttgart en la parrilla, pero doy por seguro que si al final ocurre que la alemana se las pira, aunque se quede como proveedor de unidades de potencia, nuestro deporte no será muy diferente.

Mal que queramos se acaba un ciclo, y no uno cualquiera. La Fórmula 1 cambió de manos a comienzos de 2017. Hay nuevas ideas y planteamientos sobre la mesa, y si el futuro no convence a Mercedes-Benz, Mercedes-Benz nos dirá adiós con la manita. Es ley de vida.

Os leo.

6 comentarios:

Lastra dijo...

Antes veo yéndose a Renault al final de la temporada 2020, que no a Mercedes, que de momento están ganando y aunque un año no gane tampoco la veo haciendo el papelón de los franceses.

Si, como todo indica, la nueva reglamentación no va a tocar la hibridación de los motores y estos van a seguir contando con MGUH, no veo por qué los alemanes vayan a perder rendimiento de forma escandalosa, aunque si puedan perder algún campeonato con Ferrari, o incluso con Red Bull si es que Honda les da algo más que un chipichuenchain... :)))

Cao Wen Toh dijo...

Acertadísima la elección de la fotografía; creo que es por ahí por donde van a sonar los tiros.

Anónimo dijo...

Ganar el año próximo, reunir 7 de fabricantes y 7 de pilotos. Lo dejas en lo alto de la gloria, y te vas.

Para qué arriesgarse a que las nuevas reglas no te sienten bien, y contaminar la imagen que te has hecho?

No se yo cuánto futuro le quede a una disciplina que orbita alrededor de la producción de CO2. En pocos años será un fósil, una rareza.

Recordad que el tabaco y las tías guapas enfundadas en piel ya no son políticamente correctos... Lo mismo ocurrirá con la gasolina.

Unknown dijo...

Quiza por eso van a suplir de motores a Mclaren.
ya no van a estar como equipo

pocascanas dijo...

Es una conjetura válida.
Y como van a abastecer a casi media parrila, imagino entonces a Mercedes Benz como el nuevo Cosworth de la era híbrida.

matador dijo...


Hola,
Pues yo voy a aundar todavía más en este camino, unknow. ¿Por qué McLaren apuesta por diversificar su presencia en diferentes competiciones como Indy o Wec y no en la Fórmula Agag?. Sinceramente, creo que no tardará en quedarse como representante de Daimler Benz en la F1, mientras en equipo oficial Mercedes se pasa al negocio eléctrico, que, no tardando y tristemente, parece ser el futuro. Otros que ya están llegando tarde allí es el Grupo Fiat, que podría estar presente en la formula eléctrica de momento con otros colores si quisiera preservar la tradición de Ferrari. Será por marcas!, de Lancia a Pegaso son suyas, y todas con pedigrí en carreras. Lamentablemente, parece que los Ekland no están muy interesados en los coches de colores que corren, bueno, quizás ni siquiera en los coches.

Salu2!