jueves, 17 de octubre de 2019

Renault y las trampas


El empeño por separar trampas y competición resulta pueril de cojones cuando se habla de Fórmula 1, tan pardillo como eso tan traído y llevado de que me gustan todas las mujeres pero prefiero no elegir una porque amo el amor... ¡Ay, no!, ¡que hablamos de pilotos y carreras...!

Obviamente podéis poner el género que os apetezca a la penúltima frase porque, en esencia, es otra de nuestras gilipolleces más profundamente arrigadas, como esa otra que acuñaron los ingleses, of course!, según la cual, poner a parir al rival de tu héroe es de perdedores y le desmerece a él y a ti y a tres generaciones de tu linaje, salvo que el enemigo se apellide Alonso o Rosberg...

Pero a lo que vamos. Así, haciendo un cálculo a vuelapluma, imagino que en la actual parrilla habrá unos diez equipos que podrían ser cogidos con las manos en la masa si la FIA toma el reglamento técnico y se pone seria por ver si se cumple. ¿Son todos? Mis disculpas, ni me había dado cuenta.

A ver, eso de que debe mediar una reclamación para que la Federación se ponga a trabajar no supone otra cosa que una medida garantista que evita disgustos e incendios. Todos saben de todos y entre cámaras térmicas, sensores de escucha y sonido, y ciento y la madre cachivaches adquiridos en la Tienda del espía, guardar secretos en el paddock resulta lo más complicado del mundo. Todos saben de todos, quedémonos con esto y aceptemos que, de no ser así, Racing Point no habría tenido manera de imaginar qué tecla irregular o ilegal estaba tocando Renault.

La cosa, como sabemos de sobra, va de la calibración del sistema de reparto de frenada de los RS19, que según la de Silverstone podría ser automática en los coches de Enstone cuando lo propio sería que fuesen los propios pilotos quienes la regulasen desde el volante. Y bueno, FIA todavía no ha sentenciado nada, al menos no lo ha hecho en el momento de escribir estas líneas, lo que nos pone en que en vez de rasgarnos las vestiduras como púberes alocados, lo normal, de momento, sería que hiciésemos valer la presunción de inocencia, que a lo peor Racing Point pretende con todo esto complicar la vida de Renault por ver si araña algún punto en la tabla de Constructores antes de Abu Dhabi.

Por alocado que parezca no es tan descabellado. Todos son tramposos y todos trampean, y a ver, qué le puede suponer a don Lawrence Stroll perder el dinero de fianza ante la reclamación, si pierde más manteniendo a Lance sobre uno de sus coches.

Y ya si eso, cuando la Federación sentencie algo, no os preocupéis que ya echamos el ratito hablando de ello. Hasta ese momento, ir pa'ná es tontería y darle bola a Ralf Schumacher, un desperdicio, vamos.

Os leo.

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