sábado, 2 de noviembre de 2019

Quo vadis Racing Point!


Ni la puñalada trapera a Renault salva a Racing Point de parecer la barbita de Pablo Casado. 

64 puntos en la actualidad, a la salida de la décimo octava prueba del calendario, que comparados con los 47 que tenía el año pasado por las mismas fechas dan para considerar que puede pasear un máster bajo el sobaco. La cosa es que hay truco. La de Silverstone tuvo que renunciar en agosto de 2018 a los 59 que había conseguido Force India, y si los tuviéramos en cuenta serían 106 hace doce meses...

A misma estructura, con más dinero, Racing Point no sólo ha perdido terreno sino que da la sensación de que no podrá recuperarlo en lo que queda de temporada, ya que el hijo del jefe sigue sin parecer ese piloto adecuado a este tipo de coyunturas. En la montonera hacen falta conductores que traigan puntos a casa como sea y, desgraciadamente, Lance Stroll no es de esos. Mantenerlo ahí supone un despropósito cuando pretendes vender la burra de que llevas buena dirección.

Racing Point no lleva buena derrota pero sí un bonito maquillaje que se enfatiza ahora con los planes de ampliación de las nuevas instalaciones de última generación [Racing Point recibe el permiso para construir su nueva fábrica]. En todo caso, Checo Pérez hace lo que puede pero a todas luces resulta insuficiente, porque Lance no suma, y porque en Fórmula 1 no existe mayor sindiós que un garajista que invierte su dinero en el decorado en vez de en buscar resultados en pista.

Os leo.

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