sábado, 16 de noviembre de 2019

Doctor en Alaska


No hay que ser ni siquiera un poquito conspiranoico para entrever que Ferari se ha convertido en el amigo invisible de Red Bull y Honda con Mercedes AMG entre bambalinas, y agarraros los machos: con la temporada finiquitada, vamos, que no falta nada para echar la persiana.

Entiendo que una actitud tan celosamente inquisitorial tendría su sentido a mediados de campaña, cuando todavía quedaban cuartos por jugar, pero ahora suena a verónica por aquí y a verónica por allá. 

Para Milton Keynes supone la excusa perfecta a la que agarrarse para justificar un 2019 que aventura un 2020 que no va a ser como nos lo esbozaba herr doktor Marko en 2018. Con la tontería, Jos Verstappen y su bendito hijo han mordido el anzuelo y están sirviendo dócilmente de correa de transmisión a una teoría felona —agarraros esta vez a la silla—, que consiste en que la austriaca se siente ofendida y agraviada por no ser segunda. Ahí, ¡con dos avellanitas y un palo!

Para Honda también supone un bonito clavo ardiendo porque, para qué vas a cuestionar a Mercedes-Benz pudiendo insinuar que Ferrari no está jugando limpio cuando la italiana ha perdido los dos campeonatos. Hacen falta aclaraciones. ¡Claro que sí, guapi...!

Lo de Mercedes en todo este sarao no hay Dios que lo entienda. Nadie cuestiona su dominio, nadie ve nada raro en tanta superioridad, y Marko alude a no sé qué investigación de Brackley que tampoco se sabe muy bien cómo había llegado a manos de Milton Keynes: «Mercedes había investigado esta área y tuvimos el coraje de hacer la solicitud oficial a la FIA...» (sic, ¡pimpampúm!).

Siento no poder ser más conciso, la verdad. Reconozco que con todo este material hacíamos el guión para un capítulo de Doctor en Alaska ya que Mattia Binotto da el tipo para encarnar a Joel Fleischman, tranquilorro él, solicitando amparo a la FIA para que cierre la boca a toda esta canalla, pero bueno, quedaría lo mejor: una explicación convincente, y lo cierto es que la tengo. Mercedes AMG está ayudando de tapadillo a Red Bull Honda pero no sabe qué tecla está tocando la de Maranello para que el SF90 vaya tan bien en recta. Esta información tampoco está en manos de la austriaca, obviamente, y puesto que FIA dice e insiste en que es legal, Marko, Tanabe y los Verstappen, se han puesto a revolver el río por ver si en un descuido dan con alguna pista...

Os leo.

3 comentarios:

pocascanas dijo...

Oh!
Tu relato me hizo acordar a las fotocopias de ciertos cuadernos...

Bah, cosas del Coño Sur

Anónimo dijo...

Pocascanas, al ver las fotocopias, muchos de los citados en ellas comenzaron a cantar como ruiseñores. Es lo fantástico de echar una verdad, disfrazada de farol. El recuerdo del mani pulite haría el resto. Pena que en el contexto de esta posverdad que se ha instalado, ya no le importe a nadie.

Respecto de Brasil, curioso Hamilton se haya quedado sin batería justo al momento de adelantar a Verstappen. Y a Bottas, lo haya abandonado su impulsor en las proximidades de un Leclerc.

Es que ya canta mucho.

Lady Adhyra dijo...

Ah, "the plot thickens" como dicen los ingleses :), con tanta intriga entre ese cavallino que devora rectas desde el verano europeo, ese echar el anzuelo de la casa austriaca y la oportuna descarga de la bateria plateada: hubo para todos los gustos en la gira americana.

Para rematar la historia de los cuadernos, y tal vez como hecho premonitorio al corolario de tanta intriga en los circuitos, al final de cuentas los cuadernos originales aparecieron dias antes de las elecciones presidenciales, corroborando los testimonios de los 'ruiseñores'... y dice la leyenda que alguna vez un dossier tecnico de Ferrari aparecio por casualidad en una casa de fotocopias para costarle los puntos a un equipo rival. Siendo la F1 todo puede pasar, pero la verdad solo la van a saber unos pocos.

Gracias Don Jose como siempre, por echar luz y reflexion en ese espacio de sombras detras de los titulares prefabricados.