viernes, 22 de noviembre de 2019

¡Larga vida, Stoffel!


Ésta también va breve...

Madurad un poco. La mayoría de ellos son hombres de carne y hueso con historias particulares. ¿Qué coño esperábais que dijera Stoffel? ¿Que su aventura en la Fórmula 1 sabe más amargo que dulce? ¿Que ha tenido mala suerte por pillar una de las etapas más mediocres de la máxima disciplina? ¿Que no es ni medio normal verse obligado a hacer de piloto de pruebas incluso durante los Grandes Premios...?

Vandoorne está todavía en el negocio y no puede permitirse el lujo de decir todo lo que piensa ni de gritar GP2, GP2, GP2 Engine... Aaargh! porque es consciente de que se la juega. Qué bonita se ve la vida cuando el tacón de tu bota no es el que se hunde en el barro, ni el asta de la pica la sujetan tus manos sudorosas. Stoffel sabe que Fernando le entiende cuando se excusa en él, por eso menciona el poderío del español en una escuadra que no daba ni para soñar con los puntos y en la que ha militado para acabar en la cuneta.

El belga ha encontrado una nueva vida y pretende exprimirla como un limón sin que lo visiten los fantasmas del pasado. ¿De qué le sirve ahora admitir que Alonso le pasó por encima? Tercero en el Ad Diriyah E-Prix... ¡Disfrútalo, mamón, siempre te quise!

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Has dedicado tu vida a la natación, desde que eras un niño. Campeón escolar, luego provincial. Nacional. Vas para cosas grandes.

Entrenas 8 horas diarias siete días a la semana, comes y duermes según lo que el entrenador te ha ordenado. No vives para otra cosa, tu objetivo es la dorada olímpica.

Y vas a Pekín 2008, y te lo encuentras a Michael Phelps. Shit happens, my friend... ��