miércoles, 20 de noviembre de 2019

Ferrari le viene grande


Venga, va. Estábais esperando esta entrada y aunque tenía muy pocas ganas de escribirla, al final han podido conmigo los maricomplejines y sus huevos de chocolate con sorpresa, porque si hay que explicar quién tuvo la responsabilidad en la inmolación de Ferrari en Interlagos es que la cosa está bastante más jodida de lo que cabía pensar.

No sé quién tiene la culpa del actual estado de cosas ni me interesa saberlo, pero me han cerrado numerosas puertas y me han vuelto la espalda suficientes «supuestos amigos» como para que ahora me importe un pimiento volver a decir lo que llevo diciendo desde 2010: Vettel es un producto de la factoría Ecclestone que todavía está pagando (caro) haber crecido entre algodones. 

En estos instantes el alemán no sabe ni por dónde le está pegando el aire y eso dice mucho de su calidad como piloto. En 2014 la culpa era de brake by wire y del maestro armero, y en 2019 la responsabilidad es de una escudería, Ferrari, que no ha sabido meter en cintura a un fenómeno como Charles Leclerc (sic).

La culpa siempre habita extramuros, y eso es algo que también nos dice mucho de su calidad como conductor puntero. No sabe echarse el equipo a las espaldas ni es capaz de convencer cuando tiene que lidiar con un compañero capaz de meterlo en problemas —Webber en Turquía 2010 o en Malasia 2013, Ricciardo durante todo 2014, Raikkonen en Italia 2018 y Leclerc en todo 2019—, y esto, en esencia, nos perfila un automovilista de élite que no sabe gestionar su frustración ni cuando sale más allá de la tercera plaza de parrilla.

Demasiado delicado para los tiempos que corren, Sebastian tuvo la ocurrencia de llevar bombones a Luca Cordero di Montezemolo soñando que Ferrari podía darle lo que ya no le daba Red Bull, y aquí cabe reconocer que Dietrich Mateschitz fue el más listo de todos cuando decidió no retenerlo en la austriaca: «... a la vista de los problemas con el motor actual [2014], no se necesita a ningún tetracampeón mundial en un equipo que ante el dominio de Mercedes, en el mejor de los casos puede ser el mejor del resto» [Mateschitz desvela que no intentó retener a Vettel].

Tampoco duró mucho el enamoramiento de Sergio Marchionne, la verdad. En las comidas de Navidad de 2016 y 2017, el italiano ya acusó al de Heppenheim de mostrarse excesivamente nervioso o no saber rematar. Mateschitz y Marchionne no son precisamente alonsistas («era» en el caso del de Chieti) y dudo mucho que escuchen a Antonio Lobato, pero en sus palabras ya se intuía el Vettel que vimos el domingo pasado: un hombre al que sí le interesa quedar por delante de su compañero en la tabla de conductores porque el tiempo se le acaba y sabe perfectamente que la prórroga no va a ser mejor.

Para ilusión de sus irrenunciables se queda en 2020, y este último dato nos indica que si no sabe leer la realidad difícilmente se le puede pedir que lea una carrera o una situación comprometida como la habida en el circuito brasileño. Sebastian niega lo que le esta sucediendo y ni siquiera ha comprendido que Ferrari le viene grande. Mantiene contrato y quiere jugar a la ruleta rusa un año más... bueno, supongo que está en su derecho.

Os leo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Rebuscar en su impulsor híbrido alguna cosa, me huele a extorsión por parte de la FIA.

De qué se habrá enterado Jean Todt?

Cao Wen Toh dijo...

Alguien en la prensa italiana dijo que Vettel es como un niño que se enfada cuando le quitan su juguete. Me parece la metáfora perfecta: un niño mimado que prefiere romper "su" juguete antes que dejar disfrutar con él a su hermano pequeño. Egoísmo y envidia.

Anónimo dijo...

Y Vettel lleva engañando al personal gracias a que siempre fue un tiro a una vuelta y con la pista vacía.Con los doblados siempre tuvo movidas,Karthikeyan o Stroll,en el rueda a rueda su nivel es regular tirando a malo y como digo donde pelea de tú a tú y te gana es el sábado,la prueba es que si no he contado mal siendo este su año más horrible está empatado en clasificación con Charles pero pierde de largo en carrera y lo mismo con Ricciardo.En definitiva un piloto que hace morados cuando la pista está vacía de coches y solo es rápido contra el crono me parece un bluf y no puede liderar nada por muchos conocimientos que tenga.Ademas ese tipo de piloto tiende a adaptar el coche a toda costa y ahí también entra sacrificar el mundial.Como dato curioso hace poco leí en una entrevista a Marko reconocer que para él los pilotos que son rápidos a una vuelta tienen preferencia en sus decisiones antes que los que flojean el sábado pero son rápidos el domingo,su teoría es que los primeros pueden mejorar el ritmo pero la velocidad a una vuelta se tiene o no se tiene y que por eso promocionaron a Sebas.En fin,sin comentarios porque no le han dejado cocerse como racer.Lo de Brasil le echo la culpa pero no por nada sino porque siempre da por hecho que ya ha adelantado y corre como si estuviera clasificando solo buscando siempre la trazada ideal.Yo el año que viene le pagaba el finiquito y me traía a Carlos.Juventud al poder.

Lastra dijo...

Es curioso como la vida nos enseña que toda moneda tiene dos caras, y si existen alonsistas acérrimos de esos que algunos llaman la alonsada, pues resulta que por el otro lado de la moneda está la Vettelada. Es realmente alucinante escuchar a gente del mundillo que además dice ser ferrarista, defender cosas como que el domingo en el Carlos Pace las culpas hay que repartirlas, y que si bien Seb cerró la trayectoria levemente, Charles por su parte no le dejó apenas espacio y...

Y luego hay otros que ya peinan demasiadas canas y vienen con las viejas historias de piloto 1 y piloto 2, como si fuera posible establecer esa jerarquía con dos pilotos como los actuales de Ferrari, uno por tetracampeón de la cosa y el otro porque es una bestia llamada a mayores glorias. Fuera parte de que ya no estamos en los 70 del siglo pasado, la verdad es que tampoco nadie hubiera conseguido jerarquizar la dupla Senna-Prost en McLaren a finales de los 80 y esto nos lleva a que la mejor forma de no tener problemas entre los dos pilotos de un mismo equipo es que la jerarquización sea natural, como ocurre en Red Bull o en Mercedes.

En fin, mal lo tiene Binotto para conseguir encauzar ya la pantanada, pero desde luego en Interlagos la responsabilidad es toda de Vettel, y no ya por cerrar la trayectoria o no cerrarla, sino porque de un tipo que lleva ya tantos años en el asunto se espera un poco más de inteligencia y de saber leer la carrera. Ni siquiera tenía que haber intentado devolver el adelantamiento cono si se estuviera jugando el mundial con un piloto de otro equipo, solo eso ya le descalifica. Lo mejor que podría hacer Ferrari es rescindirle el contrato, pero para eso hay que tener algo.

Saludos Maestro, y perdón por el desahogo.

Interlagos dijo...

Ferrari le viene grande, ¿y los cuatro títulos qué? Vettel podría haber sido el mejor de siempre, pero no lo es, de hecho cada vez que corre pierden más valor sus conquistas.

Como ya comentáis su máximo problema es que NUNCA ha tenido que disputar sus campeonatos cuerpo a cuerpo. Tenía un misil el sábado y a eso se agarraba. Eso y a que a Webber siempre lo miraron mal en Red Bull. En 2010 pudo haber ganado el aussie, y ahí queda Turquía como máximo exponente. Aquel accidente tiene bastante parecido con el de Charles: 9 años después no ha aprendido la lección.

Y yo afirmo que el cuerpo a cuerpo es su asignatura pendiente, y que a estas alturas ya es imposible de aprobar. Recuerdo la carrera inaugural en Australia, compitiendo con KUBICA, ese piloto que "se arrastra ahora", pero que era un tiro entonces, de los mejores con diferencia, y al que le arruinó un podio. O Malasia, con el paria Kartikeyan, perdón por el chiste fácil, al que dobló y cerró y toque: Claro... la culpa del doblado, no va a ser del campeón del mundo, no te fastidia... (entended la ironía).

Y mucho más reciente sus trompos con Hamilton o embestidas a Verstappen.

Sinceramente, en la actual parrilla veo dos pilotos por debajo del nivel, y uno de ellos es claramente el protagonista de esta entrada.

Hala, ya me he desahogado. Abrazotes.