viernes, 8 de noviembre de 2019

¿Preparados para un AMG-Petronas? [15-10-2019]


Daimler AG es lo suficiente grande como para que nos tomemos la molestia de intentar verla en conjunto antes de sucumbir a la alarma de que pueda irse de la Fórmula 1. Y bueno, de esto hablaba hace casi un mes en mi espacio en MomentoGP...


Mercedes-AMG no siempre se ha denominado así. En 2010, cuando Daimler AG decide volver a la máxima disciplina del automovilismo deportivo después de que Mercedes-Benz estuviera ausente desde finales de la temporada 1955, lo hace bajo el nombre Mercedes Grand Prix tras adquirir Brawn GP, la escudería Campeona del Mundo 2009 con sede en Brackley, y mantendrá esta designación hasta la campaña 2012, cuando la modifica por Mercedes AMG F1 Team, y a partir de 2014, por Mercedes-AMG Petronas Motorsport F1.

Es importante el guión que separa la palabra Mercedes del acrónimo AMG —compuesto por las primeras letras de los apellidos de los dos fundadores: Aufrecht y Melcher, y la localidad natal del primero, Grossaspach—, porque no aparece en nuestro entorno antes de esas fechas y cuando por fin lo hace, Daimler AG ha culminado el proceso de independencia de una nueva división del grupo con identidad propia y Mercedes-AMG se estrena en el mercado alumbrando el portentoso Mercedes-AMG GT R, nuestro Safety Car desde 2015.

Disculpadme este pequeño repaso a vuelapluma por las andanzas de la multinacional alemana en los últimos tiempos, pero me parecía interesante hacerlo porque la Fórmula 1, además de para dar visibilidad a los anunciantes también sirve para que los fabricantes posicionen sus marcas.

Con el telón de fondo de la reciente solicitud a la FIA por parte del grupo Red Bull para renombrar Toro Rosso como Alpha Tauri, resulta muy sencillo colegir que Daimler AG ha aprovechado a la perfección su participación en la máxima disciplina del motorsport para aportar valor añadido a su filial de superdeportivos exclusivos. De 2014 a esta parte ha sumado seis Mundiales de Constructores y de momento cinco de Pilotos (cuatro para Lewis Hamilton y uno para Nico Rosberg), que casi con total seguridad serán seis al finalizar esta temporada, el quinto del británico con la de Brackley. Parece obvio decir que, en términos de imagen, lo cosechado tiene una importancia incalculable porque la de Stuttgart ha superado a Ferrari y porque la denominación Mercedes-AMG se ha asimilado a los conceptos «vanguardia tecnológica» y «éxito».

No me enredo. Como es de sobra conocido, la alemana ha hecho pública su apuesta por la Formula E para esta próxima temporada, para lo cual, se alía con Venturi Formula E Team a través de HWA, que no es otra cosa que la empresa que surgió en 1998 a partir de la absorción de AMG por parte de Daimler AG, de hecho, adopta las iniciales de los nombres y apellido de uno de los fundadores de la segunda: Hans Werner Aufrecht.

Y bien, el movimiento ha hecho saltar las alarmas. Todavía no sabemos en qué consistirá el reglamento técnico previsto por Liberty Media para 2021 en adelante y hay abundante ruido de sables. Por otro lado, Dieter Zetsche se ha jubilado y su sustituto, Ola Källenius, ha mostrado algunas dudas sobre la continuidad de su escudería oficial en Fórmula 1. Existe miedo, que es a lo que vamos, a que Mercedes AMG (Mercedes-AMG, mejor dicho) abandone la Fórmula 1 después de conseguir su 7+7 y se quede sólo como suministrador de unidades de potencia —la firma de aprovisionamiento a McLaren hasta 2024 así lo confirma—. Infundado o no, está ahí y sería necio negarlo, pero como espero que estemos viendo, al final todo consiste en una diversificación bien planificada y un bonito juego de siglas.

En realidad, el grupo Daimler AG no tiene por qué dar la espalda a nuestro deporte ya que goza de suficiente margen para continuar participando en él. AMG, por ejemplo, es un nombre íntimamente ligado a la preparación de vehículos de competición y ampliamente reconocido por los aficionados de medio mundo. Daría perfectamente el tipo como garajista en ese futuro que propone la norteamericana a partir de 2021. Además, la posible escudería seguiría ligada a Mercedes-Benz porque montaría las unidades de potencia salidas de la fábrica de Brixworth con la estrella de tres puntas grabada en la tapa de culata del motor térmico…

Incluso suena bien: AMG-Petronas… Todo seguiría quedando en casa.

Os leo.

1 comentario:

delabotaempinar dijo...

La verdad es que el movimiento en clave empresarial sigue la lógica de la resistencia, mismo perro con distinto collar: hay un reglamento que me interesa, invierto, tengo éxitos y cuando los amortizo, adiós muy buenas.
Esto ciertamente deja en segundo plano a los garajistas que no afrontan ciclos de inversión y retracción, pero es el motorsport del siglo XXI.
Lo aplicamos a la burbuja de la Formula E, lo aplicamos a los movimientos de hibridación o electrificación en los que se juegan las habichuelas negocios tan distintos como Nascar, WRC, RallyCross, y cuadran muchas cosas.
¿Lo del deporte? Ah, ya si eso le damos un barniz para que aparente serlo... Un saludo,