Nos aprestamos a disfrutar del Gran Premio de Canadá habiendo dejado atrás dos pruebas que en cierto modo nos han amargado la temporada. Ésta se había iniciado bien y entretenida pero el Gran Premio de España y luego el de Mónaco se han empeñado en devolvernos al suelo, o eso dicen, porque es el caso que en el previo a Montmeló que escribí para MotorPoint hace poquito menos de un mes, ya apuntaba a que las cosas seguramente seguirían igual después de Barcelona. ¿Baño de realidad...? Lo dudo.
Con el recuerdo todavía nítido del doblete conseguido por Toyota en las 6 Horas de Spa-Francorchamps el pasado fin de semana pasado, y entre las dudas sobre la renovación del Gran Premio de España de Fórmula 1, nuestro deporte vuelve al trazado donde se desarrollaron los entrenamientos de pretemporada para dar comienzo a lo que se conoce tradicionalmente como gira europea, ya que salvo en el caso del salto que dará la F1 para visitar tierras canadienses a principios del mes que viene, los aficionados disfrutaremos de nueve carreras en la cuna del automovilismo, en la vieja Europa.
Es importante que retengamos este dato aparentemente anecdótico porque a diferencia de las primeras y últimas carreras del calendario del Mundial, desde el Gran Premio de España al de Italia, a inicios de septiembre, todas las citas tendrán lugar relativamente cerca de los cuarteles generales de las escuderías y ello acarreará un menor tiempo de respuesta y una mayor agilidad en cuanto resolver posibles problemas.
Así las cosas, desde comienzos de marzo pasado los equipos han ido madurando sus respectivos monoplazas aprovechando los Grandes Premios de Australia, Bahrein, China y Azerbaiyán, y será en Montmeló donde aparezcan las grandes evoluciones. Y si ya es interesante esta perspectiva, este año 2018 lo resulta aún más porque las cabezas de ambas clasificaciones se mantienen muy apretadas en estos instantes previos a aterrizar en Barcelona.
Ferrari, por ejemplo, lidera la tabla de constructores pero no la de pilotos, debido a que Sebastian Vettel perdió el liderato en Bakú en favor de Lewis Hamilton. Mercedes AMG pudo haber hecho aún más daño a La Scuderia en Azerbaiyán, pero el pinchazo que sufrió Valtteri Bottas en los últimos giros de la prueba asiática, vino a servir de bocanada de oxígeno para la rossa…
Si a ello sumamos la situación anómala que sufre Red Bull, con un Daniel Ricciardo que aún no ha renovado pero, así y todo, resulta mucho más sereno y centrado en el campeonato que Max Verstappen, entenderemos rápidamente que a poco que cambien las tornas en cualquiera de las escuderías grandes, el Gran Premio de España puede ofrecernos un fabuloso espectáculo en el que las espadas sigan quedando en alto sea cual sea su desenlace.
En lo relativo a nuestros compatriotas, decir que Carlos Sáinz confesaba hace poco que continúa cogiendo el pulso a su Renault RS18 aunque espera con ganas la carrera de casa. Mientras, conocíamos ayer mismo que la de Enstone ha empezado a moverse para renovarle cuanto antes.
Sáinz está en situación de cedido por Red Bull, y tanto Helmut Marko como Christian Horner han aludido a la posibilidad de que sustituya a Ricciardo si éste decide finalmente abandonar Milton Keynes concluido este año. En este sentido, el movimiento de la francesa resulta muy lógico amén de interesante, ya que el estatus de piloto oficial para 2019 daría mayor tranquilidad al madrileño y le permitiría medirse sin ruido ni interferencias con el actual líder del equipo, Nico Hulkenberg.
En el caso de Fernando Alonso, es de esperar que llegue a Montmeló con las pilas a tope después de su reciente victoria junto a Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi en las 6 Horas de Spa-Francorchamps (World Endurance Championship FIA), coincidiendo, además, con el primer desarrollo serio que sufrirá este año el MCL33 de Woking.
Se habla de una mejora en la unidad de potencia, de un morro nuevo, así como de alas delantera y trasera totalmente renovadas y un fondo plano evolucionado. McLaren llega cuarta al Circuit tras las cuatro primeras citas de este Mundial y es ampliamente conocido que tiene ganas de hincar el diente a Red Bull. Podría ser, desde luego. Si todo funciona como está previsto, sí podría ser que la papaya mecánica —apodo cariñoso con el que ha sido bautizado el vehículo de la británica—, disipe las dudas y nos permita encarar el resto del calendario con ojos más alegres.
En todo caso, no olvidemos que las espadas están en alto ante el Gran Premio de España y que seguramente lo seguirán estado cuando haya concluido.
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